En 2024, Cuba se posiciona como el país con la velocidad de internet más lenta del mundo, enfrentando serias limitaciones en su infraestructura tecnológica. Esta situación no solo afecta la calidad de vida de sus habitantes, sino que también resalta las desigualdades tecnológicas en la región. A pesar de contar con una de las velocidades más bajas, el costo del servicio de internet en la isla es notablemente alto, lo que genera un acceso limitado a la información y servicios en línea.
La combinación de restricciones gubernamentales y una infraestructura obsoleta plantea un desafío significativo para el desarrollo económico y social del país. La situación actual del internet en Cuba pone de manifiesto la necesidad urgente de inversiones en tecnología y políticas que promuevan un acceso universal a servicios de internet de alta velocidad.
PUEDES VER: El país con el internet para celular más rápido de América Latina: supera los 70 megabytes por segundo
Según el Speedtest Global Index, Cuba presenta una velocidad de internet de apenas 7,21 Mbps, lo que equivale a 5 horas, 23 minutos y 37 segundos para descargar contenido básico. Esta lentitud dificulta tareas cotidianas como la navegación en la web y la descarga de archivos multimedia.
Con el fin de poder ingresar a internet sin problemas, muchos usuarios en Cuba deciden madrugar. Foto: Cubacute.
Los usuarios cubanos, en su búsqueda de una mejor conectividad, se ven obligados a madrugar para acceder a internet sin problemas. Esta situación no solo genera frustración, sino que también limita el desarrollo de empresas digitales y la implementación de sistemas educativos en línea.
El monopolio estatal de ETECSA sobre las telecomunicaciones en Cuba es una de las principales causas que restringen la competencia y la inversión en infraestructura. Las sanciones económicas y las restricciones políticas agravan aún más la situación, impidiendo la modernización de la red y el acceso a servicios globales.
La falta de inversión en tecnologías modernas, como la fibra óptica y las redes 4G o 5G, contribuye significativamente a la lentitud del internet. Además, las políticas de censura y control de contenido en línea limitan las opciones de conectividad para la población.
PUEDES VER: El país de América Latina con más usuarios de internet en el mundo: supera a Argentina y Chile
A pesar de su baja velocidad, el costo del internet en Cuba es uno de los más altos de la región. Para conectarse, los usuarios deben adquirir una tarjeta de ETECSA, que cuesta aproximadamente US$25 y ofrece solo 2,5 GB de datos, 20 minutos de llamada y 20 SMS durante 30 días.
El acceso a Internet en Cuba es costoso y no es universal. Foto: CiberCuba.
Este elevado costo ha generado una brecha aún mayor en el acceso a internet, lo que se evidenció durante el apagón total de julio de 2021, cuando el gobierno restringió el acceso a redes sociales y servicios de internet por 72 horas.
En contraste, Brasil se ha posicionado como líder mundial en internet, superando a países como China y Chile en velocidad 5G. Este avance resalta las disparidades en el acceso a la tecnología en Latinoamérica, donde algunos países disfrutan de conexiones rápidas y asequibles, mientras que otros, como Cuba, enfrentan serias limitaciones.
La historia del internet en Latinoamérica comenzó en la década de 1980, impulsada por instituciones académicas y de investigación. Sin embargo, la liberalización y privatización de los mercados de telecomunicaciones en los años 90 permitieron la entrada de proveedores privados, mejorando la infraestructura en muchos países, pero dejando a Cuba rezagada.
La situación del internet en Cuba es un reflejo de las desigualdades tecnológicas que persisten en la región. La combinación de una infraestructura obsoleta, altos costos y restricciones gubernamentales limita el acceso a información y servicios en línea, afectando la calidad de vida de sus habitantes y el desarrollo económico del país.
La falta de actualización del servicio es una de las razones detrás de la situación del internet en Cuba. Foto: LatinAmerican Post.
Es fundamental que se realicen inversiones significativas en infraestructura tecnológica y se implementen políticas inclusivas que promuevan el acceso universal a servicios de internet de alta velocidad, para cerrar la brecha digital y mejorar la calidad de vida en la isla.