Un terremoto de 7,3 sacudió el pequeño país insular de Vanuatu, causando la destrucción de edificios en la capital Port Vila, incluyendo uno que alberga embajadas de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Australia y Nueva Zelanda. Un testigo aseguró a AFP que observó cadáveres tendidos en la calle. El temblor se registró a las 12.47 (hora local) a 57 kilómetros de profundidad y a unos 30 kilómetros de la costa de Efate, la isla principal de Vanuatu, según informó el servicio geológico de Estados Unidos.
Tras el impacto inicial del sismo, se registró una réplica de magnitud 5,5, seguida de una serie de temblores de menor intensidad que sacudieron el archipiélago habitado por 320.000 personas.
Los funcionarios de las embajadas de Estados Unidos y Francia se encuentran a salvo, confirmaron ambos países, aunque la misión estadounidense ha cerrado sus instalaciones temporalmente. Francia informó que su oficina resultó "destruida".
"En los edificios de la ciudad hay personas. Cuando pasé, vi cadáveres", relató Michael Thompson, residente del lugar, en una conversación telefónica con AFP, tras compartir en redes sociales imágenes de la devastación.
Además, Thompson mencionó que un deslizamiento de tierra sepultó un autobús, lo que sugiere la posibilidad de más víctimas. Según su testimonio, el sismo provocó el colapso de al menos dos puentes y otro edificio.
Videos publicados por Thompson y verificados por AFP muestran a los equipos de rescate trabajando en un edificio cuya pared se desplomó sobre autos y furgonetas estacionadas.
El empresario del turismo de aventuras en Vanuatu afirmó que el piso de entrada del edificio diplomático "ya no existe" y quedó completamente plano. Thompson mencionó que si había alguien presente en ese momento, no quedó nada. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios reportó informes no confirmados de al menos seis muertos y estimó que alrededor de 116,000 personas podrían haber sido afectadas por el impacto del terremoto.
El hospital de Port Vila sufrió daños, por lo que decidieron instalar tiendas de campaña en el exterior para atender a la afluencia de pacientes. Además, se reportaron interrupciones importantes en las telecomunicaciones y daños en los dos principales embalses de agua.
La oficina de la ONU mencionó que los esfuerzos de respuesta inmediata están en marcha, trabajando con socios de ayuda humanitaria en el lugar y con las autoridades para superar los desafíos de acceso y comunicación. Algunas personas heridas fueron trasladadas en camiones a un hospital de Port Vila, donde otras estaban en camillas o sentadas en sillas de plástico con vendajes en brazos y cabezas, según imágenes de la televisión pública VBTC.