El Proyecto Sunrise de Qantas, que comenzó en 2017, busca revolucionar los viajes aéreos tras los desafíos de la pandemia. Con 12 aeronaves A350-1000, el vuelo ofrecerá una experiencia única y lujosa a sus pasajeros. En 2026, Qantas lanzará el vuelo más extenso del mundo, que conectará Sídney y Nueva York.
La aerolínea australiana es la tercera más antigua del mundo, por detrás del KLM y el Avianca. Foto: Qantas
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El vuelo entre Sídney y Nueva York, con una duración aproximada de 22 horas, se convertirá en el más largo de la historia. Este trayecto no solo es notable por su duración, sino también por la experiencia única que ofrecerá a los pasajeros: la posibilidad de presenciar el amanecer en dos ocasiones durante el viaje. Este fenómeno se debe a la ruta que tomará el avión y permitirá a los viajeros disfrutar de un espectáculo natural inigualable.
El Proyecto Sunrise ha sido una ambición de Qantas desde 2017, cuando la aerolínea comenzó a colaborar con Boeing y Airbus para diseñar un avión que pudiera realizar vuelos sin escalas en trayectos tan largos. Finalmente, Airbus fue seleccionada para desarrollar 12 aeronaves A350-1000 de ultra largo alcance, que estarán listas para el lanzamiento en 2026. Este proyecto, que sufrió retrasos debido a la pandemia, promete ofrecer un 40% de sus cabinas en clases Premium, incluyendo suites de primera clase y Business.
Los pasajeros que opten por las suites de primera clase disfrutarán de una experiencia de lujo sin igual. Estas suites contarán con camas, sillones reclinables, espacios de trabajo y armarios, además de un televisor de 32 pulgadas con capacidad Bluetooth. La atención al detalle en el diseño de estas cabinas busca garantizar la máxima comodidad durante el extenso viaje. Cada pasajero se sentirá como en casa, incluso a miles de pies de altura.
En un extremo opuesto de la aviación comercial se encuentra el vuelo más corto del mundo, que opera entre las islas de Westray y Papa Westray en Escocia. Este trayecto dura aproximadamente 80 segundos y es esencial para los residentes locales, quienes dependen de él para conectarse con áreas más pobladas. A pesar de su corta duración, este vuelo resulta vital para la comunidad y su costo es accesible, con tarifas que rondan las 14,50 libras.
El vuelo entre Westray y Papa Westray, operado por Longanair, es un ejemplo de cómo la aviación puede satisfacer necesidades específicas de las comunidades. Estos vuelos, subvencionados por el Gobierno escocés, representan una alternativa crucial al transporte por ferry, que a menudo enfrenta interrupciones. Este contraste con el vuelo de Qantas resalta la diversidad de la aviación, que abarca desde experiencias de lujo hasta la necesidad de conectar comunidades remotas.
Con el lanzamiento del vuelo más largo del mundo en 2026, Qantas está a punto de marcar un nuevo capítulo en la historia de la aviación comercial. Este proyecto no solo representa un avance tecnológico, sino también un compromiso con la experiencia del pasajero. A medida que la industria se adapta a las nuevas demandas y desafíos, la innovación será clave para ofrecer soluciones que satisfagan las diversas necesidades de los viajeros en todo el mundo.