El higo, conocido científicamente como Ficus carica, es considerado la fruta más antigua del mundo, apreciada desde la Antigua Grecia hasta nuestros días. Este fruto, que ha sido un símbolo cultural y un alimento esencial a lo largo de la historia, se cultiva en varios países de Sudamérica, donde su producción se ha adaptado a climas propicios.
Investigaciones de universidades como Harvard y Bar-Ilan revelan que el cultivo del higo se remonta a más de 11.000 años en el valle del Jordán. Su legado perdura, y hoy en día, sigue siendo un componente fundamental en la dieta de muchas culturas, destacándose por sus múltiples beneficios para la salud.
Actualmente existen alrededor de 750 especies de higos, entre comestibles y no comestibles. Foto: Guía metabólica.
Desde su dulzura -que cautivó a filósofos como Platón- hasta su versatilidad en la cocina, el higo continúa siendo relevante en la agricultura y la gastronomía de Sudamérica y el mundo.
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En Sudamérica, el higo encuentra condiciones climáticas ideales para su cultivo en países como Argentina, Brasil, Perú y Chile. Estos territorios, caracterizados por veranos cálidos y secos e inviernos templados, ofrecen el entorno perfecto para que el higo crezca y alcance una calidad exportable.
La producción en estos países se orienta tanto al consumo interno como al mercado internacional, donde la demanda sigue en aumento.
Los higos son una fuente de alimento para la vida silvestre en la mayoría de bosques tropicales del mundo. Foto: Gobierno de México.
A nivel mundial, Turquía, Egipto, Argelia y Marruecos se destacan como algunos de los principales productores de higos. Estos países, con su clima mediterráneo, son ideales para el cultivo de este fruto, que requiere largas temporadas de calor y sequía para florecer. La tradición de cultivo en estas naciones se ha transmitido a lo largo de generaciones, lo que ha contribuido a su éxito en la producción.
El higo no solo es famoso por su historia y sabor, sino también por sus múltiples beneficios para la salud. Según el Journal of Medicinal Plants Studies, este fruto es rico en fibra, vitaminas C y K, y minerales como el calcio, el hierro y el potasio. Además, favorece la digestión y ayuda a mantener una buena salud cardiovascular.
Los higos cuentan con antioxidantes naturales, los cuales reducen el riesgo de enfermedades crónicas. Foto: Mercado de Ermitagaña.
Los antioxidantes naturales presentes en el higo combaten los radicales libres, reduciendo el riesgo de enfermedades crónicas. Su versatilidad en la cocina lo convierte en un ingrediente popular en recetas tanto dulces como saladas, desde ensaladas hasta postres y platos principales.