Recorrer más de 50 países puede dejar recuerdos imborrables, aunque no todos los destinos logran generar una impresión duradera. Este fue el caso de Alice Murphy, una periodista irlandesa que, tras años de viajar por los cinco continentes, encontró un lugar que no cumplió con sus expectativas. A pesar de su arquitectura moderna y su fama internacional como atractivo turístico, Murphy describió el destino como un lugar "carente de vida y conexión".
Murphy explicó que, a pesar del lujo presente en sus calles y edificios, no pudo percibir una verdadera esencia cultural ni la calidez humana que suele caracterizar a los destinos más especiales. Su relato se ha viralizado, invitando a una reflexión profunda sobre lo que realmente hace único a un lugar, más allá de su apariencia externa.
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El país que recibió la crítica de Murphy es Catar, conocido por su modernidad y riqueza. La periodista compartió su experiencia en Doha, la capital, donde le llamó la atención la falta de actividad en las calles, incluso en lugares turísticos como Souk Wakif. Aunque esperaba encontrar un mercado animado y lleno de vida, describió el lugar como una versión modernizada que, en su opinión, carece de autenticidad.
La periodista describe cómo en Catar las calles principales de su capital y otros puntos urbanos están casi vacíos, con aceras sin transeúntes. Foto: Pixabay
Al indagar sobre esta atmósfera, un trabajador local le explicó que en el país predomina el uso del automóvil, lo que reduce la interacción peatonal. Para Murphy, esto resultó en una ciudad visualmente impactante, pero emocionalmente distante.
Otro de los puntos que visitó fue Lusail, una ciudad planificada que destaca por su lujo extremo y rascacielos dorados. Aunque la arquitectura la impresionó, nuevamente sintió una desconexión con la cultura local. “Es un lugar diseñado para admirar, no para vivirlo”, afirmó en su artículo.
La ciudad de Lusail es un lugar ideal para "apreciar pero no para vivir", según la periodista Alice Murphy. Foto: Lusail City
El Museo de Arte Islámico fue una de las pocas excepciones que valoró positivamente. Diseñado por el arquitecto de renombre Ieoh Ming Pei, albergaba colecciones únicas que reflejan la historia y el arte de la región. Sin embargo, ni siquiera esto logró cambiar su percepción general de un destino que considera más enfocado en el espectáculo que en la experiencia humana.
La prosperidad económica de Qatar se debe a la extracción y exportación de petróleo, descubierto en 1939 y producido por primera vez en 1949, y al gas natural, según el Banco Mundial, el país posee las mayores reservas mundiales.
De este modo, la riqueza de Qatar es un fenómeno de apenas el último medio siglo. Antes de la Segunda Guerra Mundial, la población se dedicaba a la extracción de perlas, la pesca y actividades comerciales.
En las últimas dos décadas, Catar ha jugado un papel importante en la política internacional y en la economía global. Bajo el liderazgo del emir Hamad bin Khalifa Al Thani (quien gobernó de 1995 a 2013), el país consolidó su poder como un centro financiero y cultural en la región. El emirato también se destacó por su diplomacia activa, actuando como mediador en varios conflictos regionales.
En 2010, Catar fue seleccionado como sede de la Copa Mundial de la FIFA 2022, un evento que marcó un hito importante en la historia del país. La selección del país para albergar este torneo fue controvertida debido a preocupaciones sobre las condiciones laborales en el país, el clima caluroso durante los meses tradicionales del torneo y los derechos humanos, pero también consolidó aún más la posición de Catar en el escenario mundial.
Desde la abdicación de Hamad bin Khalifa en 2013, su hijo Tamim bin Hamad Al Thani ha gobernado el país. El liderazgo de Tamim ha continuado el impulso de desarrollo económico y la proyección internacional de Catar, a la vez que ha enfrentado desafíos geopolíticos, incluidos bloqueos diplomáticos por parte de algunos países del Golfo en 2017, liderados por Arabia Saudita, que acusaron a Catar de apoyar al terrorismo, algo que el país ha negado.