Ryan Borgwardt, un hombre que fue reportado como desaparecido mientras realizaba una salida en kayak en Green Lake, Wisconsin, protagonizó un caso que inicialmente fue percibido como un trágico accidente. En un principio, las autoridades y la comunidad local unieron esfuerzos para localizar al padre de familia, creyendo que su vida estaba en peligro. Sin embargo, lo que en un inicio se interpretó como un lamentable percance en el agua se transformó en una revelación sorprendente: todo había sido un engaño cuidadosamente planificado.
El 12 de agosto, Ryan Borgwardt, de 44 años, fue reportado como desaparecido tras no regresar de un viaje de pesca. Las investigaciones más recientes han sacado a la luz un sorprendente giro en la historia: Borgwardt habría elaborado un plan detallado para fingir su muerte y huir a Europa con su amante, dejando atrás a su esposa y a sus tres hijos.
Green Lake, Wisconsin, lugar donde Ryan fue reportado como desaparecido tras una salida en kayak. Foto: Tripadvisor.
El caso, que inicialmente movilizó a la comunidad y a las autoridades en una intensa búsqueda, ahora centra la atención en los motivos y métodos que habría empleado para desaparecer intencionalmente. Este hecho ha generado gran conmoción y plantea interrogantes sobre las implicancias legales y emocionales para su familia, quienes creían enfrentarse a una tragedia irreparable.
Las señales de alarma se encendieron cuando Borgwardt envió un mensaje de texto a su esposa, informándole que se dirigía a casa tras una jornada de pesca en el lago. Sin embargo, al día siguiente, al no tener noticias suyas, la mujer alertó a las autoridades.
Los equipos de rescate actuaron con celeridad, logrando localizar el kayak de Borgwardt volcado en una de las áreas de mayor profundidad del lago. En el lugar, también encontraron su caña de pescar, una caja de herramientas y un chaleco salvavidas que flotaba en la superficie. Por otro lado, su vehículo, junto con el remolque, las llaves y su billetera, fueron descubiertos estacionados en un parque cercano.
Autoridades habían dado por muerto a Ryan, sin saber que todo se habría tratado de un plan orquestado por el presunto fallecido. Foto: El Mañana.
Tras semanas de una búsqueda exhaustiva, las investigaciones tomaron un giro inesperado. Las sospechas se encendieron cuando las autoridades obtuvieron un dato crucial: el registro del nombre de Borgwardt en los controles fronterizos de Canadá el 13 de agosto, solo un día después de haber sido reportado como desaparecido. Este descubrimiento cambió el enfoque de la investigación, que dejó de centrarse en las profundidades del lago para comenzar a indagar en los antecedentes y la vida personal del desaparecido.
Autoridades descubrieron elementos inquietantes que transformaron por completo el enfoque del caso. Una revisión de los registros bancarios y las comunicaciones de Borgwardt reveló posibles contactos recientes con una mujer en Uzbekistán, así como transacciones financieras sospechosas efectuadas poco antes de su desaparición. Estos indicios llevaron a los investigadores a plantear la hipótesis de que Borgwardt podría haber planeado su desaparición como una estrategia deliberada para eludir responsabilidades personales y financieras en los Estados Unidos.
Keith Cormican, fundador de Bruce’s Legacy, durante las labores de búsqueda de Ryan en el Green Lake, en septiembre pasado.
La posibilidad de que la desaparición de Borgwardt haya sido un montaje dejó perpleja a su familia. En Watertown, Wisconsin, una comunidad que se unió solidariamente para buscarlo, ahora enfrenta el desengaño de considerar que su desaparición pudo ser un acto premeditado y egoísta. Para su familia, el impacto es especialmente profundo, enfrentando no solo las repercusiones emocionales, sino también las dificultades prácticas derivadas de su partida inesperada.
Ryan, junto a su esposa Emily y uno de sus hijos. Fuente: New York Post.
Emily, la esposa de Borgwardt, vivió convencida de que su esposo había fallecido. En medio del dolor, se esforzó por reunir recursos para financiar una búsqueda privada, pero las circunstancias la llevaron a retomar su empleo en una escuela parroquial para garantizar el sustento de sus hijos. Esta situación no solo profundizó su angustia emocional, sino que también añadió una carga económica significativa a su vida cotidiana.