El trigo, conocido científicamente como Triticum, es considerado el cereal más antiguo del mundo, cultivado desde hace aproximadamente 10.000 años. Este grano no solo ha sido fundamental en la dieta de diversas culturas, sino que también ha simbolizado prosperidad y abundancia a lo largo de la historia. Desde los faraones de Egipto hasta las modernas tierras de Sudamérica, el trigo ha dejado una huella indeleble en la alimentación humana.
Su importancia trasciende lo alimenticio, ya que en el antiguo Egipto, el trigo era utilizado como ofrenda a los dioses y como moneda de cambio en el comercio. En la actualidad, su cultivo se extiende por seis países de Sudamérica, donde sigue siendo un componente esencial de la producción agrícola.
El trigo era utilizado como ofrenda a los dioses. Foto: Engrain
El trigo ha sido un pilar en la historia de la humanidad. Según National Geographic, su cultivo se originó en el Creciente Fértil, una región que abarca partes de Irak, Siria, Líbano, Jordania, Israel y Palestina. Este descubrimiento no solo transformó los hábitos alimenticios, sino que también facilitó el asentamiento de las primeras sociedades agrícolas, dando paso a la formación de ciudades y al desarrollo del comercio.
En el antiguo Egipto, el trigo era más que un simple alimento; era un símbolo de fecundidad e inmortalidad. Los faraones lo incluían en su dieta, y se utilizaba para elaborar el pan "puro", un producto refinado destinado a la élite. La cebada y otros cereales eran reservados para la población general y los animales, lo que demuestra la importancia del trigo en la jerarquía social de la época.
Hoy en día, Sudamérica se ha convertido en un importante productor de trigo, con Argentina liderando la producción y exportación. Otros países como Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile y Perú también han adoptado el cultivo de este cereal, apoyados por políticas gubernamentales y avances tecnológicos que optimizan los rendimientos y la calidad del grano.
La dieta de los antiguos egipcios estaba centrada en alimentos de origen vegetal, con el trigo como protagonista. Este grano se utilizaba para hacer diversas variedades de pan y tortas, y era fundamental en festividades y rituales religiosos. El pan, en sus múltiples formas, era un alimento diario, mientras que las preparaciones más elaboradas se reservaban para ocasiones especiales.