Ruslana Korshunova, una joven supermodelo de 20 años con una prometedora carrera y colaboraciones con prestigiosas marcas internacionales, vivió un sombrío cambio en su vida tras una visita a la isla de Jeffrey Epstein, un suceso que marcaría profundamente su trágico destino.
Nacida en Kazajistán y de ascendencia rusa, Ruslana se trasladó a Nueva York, donde rápidamente se convirtió en un rostro conocido en las pasarelas. Su imagen, caracterizada por cabellos largos y rasgos delicados, la hizo destacar en un mundo competitivo y exigente. A pesar de su éxito, la joven enfrentó presiones que la llevaron a un desenlace inesperado.
Desde sus inicios, Ruslana Korshunova mostró un talento excepcional que la llevó a trabajar con algunas de las marcas prestigiosas y ya había sido el rostro de campañas para diseñadores como Marc Jacobs, DKNY y Vera Wang. Su habilidad para captar la atención de los fotógrafos y su presencia en pasarela la convirtieron en una de las modelos más prometedoras de su generación.
Sin embargo, la presión constante por mantener una imagen perfecta y la competencia feroz en la industria pueden afectar gravemente la salud mental de los modelos. En el caso de Ruslana, su vida personal se vio afectada por la fama y las expectativas que conllevaba su carrera. Generando que Ruslana se quite la vida el 28 de junio de 2008 tras caer desde el balcón de un noveno piso en Manhattan.
Ruslana Korshunova era una de las modelos más prometedoras de su generación. Foto: X
La visita de Ruslana a la isla de Jeffrey Epstein ha sido objeto de intenso escrutinio. Epstein, conocido por sus vínculos con figuras poderosas y su red de tráfico sexual, se convirtió en un símbolo de la explotación en la industria del entretenimiento. La relación de Ruslana con Epstein ha llevado a muchos a cuestionar las dinámicas de poder en el mundo del modelaje y cómo estás pueden influir en la vida de las jóvenes modelos.
La trágica muerte de Ruslana, ocurrida el 28 de junio de 2008 dejó un vacío en la industria y planteó interrogantes sobre la seguridad y el bienestar de las modelos. Su historia es un recordatorio de que detrás de la glamour y el éxito, a menudo hay luchas personales que no son visibles para el público.