Dos violentos tiroteos sacudieron a Francia la noche del 31 de octubre y dejaron varios heridos. El ministro del Interior, Bruno Retailleau, vinculó ambos incidentes con el tráfico de drogas ilegales y destacó la escalada de violencia en ciudades como Poitiers y Valence.
Retailleau expresó su preocupación por el uso extremo de la fuerza por parte de las bandas rivales y señaló la urgencia de medidas efectivas para contener esta amenaza.
El primer incidente se registró en la plaza Coimbra de Poitiers, un lugar conocido por el tráfico de drogas. Según las autoridades, los disparos fueron efectuados desde un vehículo en movimiento. La Policía encontró a cinco personas heridas, entre ellas a una menor de 15 años, que recibió un disparo en la cabeza y se encuentra en estado crítico. "Comenzó con un tiroteo en un restaurante y terminó con una pelea entre bandas rivales en la que participaron varios cientos de personas", declaró el ministro Retailleau a 'BFMTV'.
El caos escaló rápidamente cuando jóvenes de la zona atacaron a las fuerzas de seguridad y desencadenaron una reyerta masiva con entre 400 y 600 personas involucradas. La Policía ha desplegado refuerzos en el área para restaurar el orden.
La gravedad del problema hizo que un vecino de la plaza Beauvau comparara la situación con la "mexicanización" de Francia, en alusión a la brutalidad de los ajustes de cuentas entre traficantes. "Son traficantes que utilizan los medios más feroces para ajustar cuentas y satisfacer su deseo de ganancias", afirmó y advirtió que la violencia se ha extendido a nuevas zonas urbanas.
La alcaldesa de Poitiers, Léonore Moncond’huy, condenó la "violencia inaceptable" y expresó su preocupación por la juventud de los implicados. La participación de adolescentes en estas disputas es un fenómeno alarmante que exige una intervención rápida.
El segundo tiroteo ocurrió en el aparcamiento de un club nocturno en Saint-Péray, cerca de Valence. Tres jóvenes de entre 22 y 24 años resultaron heridos, uno de ellos de gravedad tras recibir un disparo en la cabeza. Este incidente, también relacionado con el tráfico de drogas, según Retailleau, subraya la urgencia de enfrentar la violencia desenfrenada en la región.
Ambos sucesos han llevado a un despliegue de refuerzos policiales y continúan bajo investigación, mientras las autoridades buscan frenar la creciente implicación de jóvenes en el narcotráfico y sus consecuencias violentas.