Un único país de América Latina pertenece a Estados Unidos desde hace más de un siglo. Su estatus de “territorio no incorporado” les impide participar directamente en las elecciones presidenciales, pero sí podrán votar entre Trump y Kamala con un solo requisito. Este país es mencionado recurrentemente en la política de EE. UU., especialmente en época electoral, por su simbolismo y peso en la diáspora en suelo estadounidense.
En las elecciones de 2024, este país ha vuelto a ser tema de conversación en los discursos de diversas figuras políticas, despertando intensas reacciones entre ciudadanos, activistas y artistas. Durante el cierre de campaña de Donald Trump, un comentario despectivo hacia el territorio latinoamericano por parte de uno de sus aliados resonó en la comunidad latina, lo que provocó que celebridades como Jennifer López y Bad Bunny se expresaran en redes sociales.
Este 'país' pertenece a Estados Unidos desde 1898, luego de ser cedido por España tras la Guerra Hispano-Estadounidense. Foto: Britannica
Puerto Rico se destaca como el único "país" o territorio de América Latina que pertenece a Estados Unidos desde 1898, luego de ser cedido por España tras la Guerra Hispano-Estadounidense. En calidad de territorio no incorporado, cuenta con una relación particular con Estados Unidos, pues sus habitantes poseen ciudadanía estadounidense, pero no disfrutan de todos los derechos políticos que tendrían en el continente. En 1508, Juan Ponce de León conquistó San Juan de Puerto Rico y luego se fue al norte, en Florida.
En 1508, Ponce de León conquistó San Juan de Puerto Rico y luego exploró tierras al norte, como la Florida. Foto: Pinterest
A lo largo de los años, el debate sobre la situación política de Puerto Rico ha sido constante, con movimientos a favor de la estadidad, la independencia y la mejora de su estatus territorial. Este debate resurge cada ciclo electoral en EE. UU., ya que la participación de la diáspora puertorriqueña en los estados puede ser decisiva en zonas de alta densidad hispana, como Florida y Nueva York.
Para votar en las elecciones en Estados Unidos, los puertorriqueños deben residir en uno de los 50 estados o en el Distrito de Columbia, pues en la isla no cuentan con el derecho al voto presidencial. Esto se debe a que Puerto Rico no es un estado, sino un territorio no incorporado. Esta condición es objeto de críticas, ya que sus residentes pagan ciertos impuestos federales y están sujetos a la legislación estadounidense, pero carecen de plena representación en el Congreso.
La diáspora puertorriqueña, especialmente en estados clave como Florida, podría tener una influencia significativa en las elecciones presidenciales de 2024. Este grupo ha mostrado inclinaciones diversas, pero en general tiende a inclinarse por candidatos que favorecen los derechos de los latinos y el fortalecimiento de la relación entre Estados Unidos y Puerto Rico. Es en este contexto que la figura de Kamala Harris y su posición sobre el estatus de la isla ha ganado simpatía, en especial entre aquellos que buscan cambios en la política hacia el territorio.
El territorio de Puerto Rico le pertenece a Estados Unidos por más de 120 años. Foto: La Prensa Florida
Durante un evento reciente de campaña de Donald Trump, el comediante Tony Hinchcliffe desató controversia al referirse a Puerto Rico como una “isla de basura”, un comentario que fue percibido como ofensivo y racista. Este comentario generó reacciones inmediatas entre los puertorriqueños y los latinos en general, motivando a celebridades como Jennifer López y Bad Bunny a expresar su indignación en redes sociales y a llamar a sus seguidores a participar activamente en las próximas elecciones, con mensajes de apoyo a la candidatura de Kamala Harris.
El comentario de Hinchcliffe refleja la división y las tensiones en torno al estatus de Puerto Rico y cómo es percibido en ciertos sectores de la política estadounidense. Ante el desprecio expresado por el aliado de Trump, figuras latinas han subrayado la importancia de valorar y defender la identidad de Puerto Rico y su contribución a la cultura de EE. UU. Estos comentarios han impulsado un llamado a la acción dentro de la comunidad puertorriqueña y latina, recordando la importancia de la participación electoral en las decisiones que afectan al territorio, pese a las restricciones actuales.