Los habitantes de Londres vieron durante 2024 más de 400 focas en el Támesis, en una ciudad que cuenta con unos 10.000 zorros, cifra estable frente a la lenta desaparición del animal en las zonas rurales británicas.
Según datos de la Zoological Society of London (ZSL), los avistamientos de focas en la capital siguen creciendo, con los 417 resgistrados este año, entre Teddington (a unos 15 km al oeste del centro de Londres) y Woolwich (a unos 14 km al este del núcleo de la ciudad).
"En el Támesis hay aproximadamente 3.600. Viven principalmente en el estuario donde el río se encuentra con el Mar del Norte (a unos 50 km de Londres)", afirma Mary Tester, fundadora de Thames Seal Watch (Observación de focas del Támesis).
"Ha habido un aumento de avistamientos de focas en Londres en los últimos años. No estoy segura de por qué", añade Tester, responsable de una asociación dedicada a la protección de estos animales en el Támesis.
Si los avistamientos de focas son un acontecimiento en un río Támesis que se había declarado biológicamente muerto en algunos tramos en 1957 por el Museo de Historia Natural de Londres, ver zorros es más sencillo.
"Hay una población estable de alrededor de 10.000 a 12.000 zorros en el Gran Londres que no ha cambiado significativamente durante al menos 45 años", señala Trevor Williams, fundador de The Fox Project, una organización benéfica dedicada a la protección de este animal.
Frente al aumento y posterior estabilización del zorro en Londres, su presencia ha disminuido en el conjunto del Reino Unido.
"Aunque el panorama nacional es de aparente declive, ha sido más pronunciado en las zonas rurales. Las poblaciones de zorros en las zonas urbanas han aumentado de forma espectacular. En Londres es increíblemente alta", explica el profesor Phil Stephens, de la Universidad de Durham, experto en zoología.
Un estudio de 2022 dirigido por British Trust for Ornitology (BTO), junto a otras dos asociaciones, mostró "una disminución de zorros del 42% en Reino Unido entre 1996 y 2017".
"Se apuntaron varias causas de esta disminución, como enfermedades, menores oportunidades de presas, en particular una grave disminución de conejos o usos excesivos de pesticidas", explica Trevor Williams.
Los zorros, que empezaron a dejarse ver en Londres hacia 1930, se dieron cuenta que era más fácil conseguir alimento en una gran ciudad.
"Vivir cerca de los humanos les convenía, con jardines que les proporcionaban alimento en forma de ratas, pájaros e insectos", añade Sandra Reddy, gerente de The Fox Project.
Además de zorros, el caminante puede encontrar en los parques londinenses ciervos o miles de ardillas.
NerdWallet, una compañía financiera estadounidense, descubrió, en un estudio de 2022 sobre inversiones inmobiliarias, que Londres ocupa el primer puesto entre las capitales europeas, con 3.000 parques, en cantidad de espacios verdes.
"Suele figurar entre las ciudades más verdes porque alrededor del 47% del Gran Londres es espacio verde", explica Mandy Rudd, máxima responsable de Greenspace Information for Greater London (GIGL), centro de registro medioambiental de la capital.
Rebecca Thomas, profesora especialista en ecología urbana de la Royal Holloway University of London, destaca las características ideales de la capital británica para albergar diferentes clases de animales silvestres.
"Hay otras ciudades en Europa que tienen una vida salvaje excelente, pero a menudo los diferentes hábitats no están tan bien conectados, lo que significa que algunas especies tienen dificultades para sobrevivir allí a largo plazo", explica Thomas.
Si choca ver zorros con tanta facilidad en Londres, divisar una foca en Londres también es posible, aunque más difícil, y los más de 400 avistamientos registrados este año hablan de su presencia.
Y siguen creciendo en el estuario, como demuestra que se contaron 2.236 en 2015, mientras que este año se ha llegado a 3.600.
"No hay lugares específicos para verlas, y si los hubiera no sería información que querría compartir con el público", afirma Mary Tester, fundadora de Thames Seal Watch, como precaución para proteger a estos animales.
Además de las más de 400 focas, se avistaron 46 delfines en Londres este año.
"También hemos visto un aumento de ballenas en el Támesis, cuatro desde 2019. La única que sobrevivió fue la que no entró en Londres", explica Tester.