El rey Carlos III tendrá un día completo de descanso el sábado sin compromisos públicos previstos tras su llegada el viernes a Australia, en el inicio del primer largo viaje del monarca británico desde que le diagnosticaron cáncer hace ocho meses.
Después de un agotador viaje de más de 20 horas, el rey de 75 años y su esposa, la reina Camila, llegaron a Sídney, la ciudad más poblada de Australia.
Allí fueron recibidos por dignatarios locales antes de una breve reunión privada con el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, y su prometida.
Carlos III inicia así un viaje de seis días en Australia y otros cinco en Samoa. Es el segundo viaje del soberano al extranjero desde el anuncio de su cáncer, tras haber asistido en junio, en Francia, a las conmemoraciones del Desembarco de Normandía, que significó el inicio del fin de la Segunda Guerra Mundial.
"Realmente tenemos muchas ganas de regresar a este hermoso país para celebrar las extraordinariamente ricas culturas y comunidades que lo hacen tan especial", había escrito la pareja real en redes sociales antes de su llegada.
El viaje planeado desde hace tiempo, tiene como objetivo reforzar la monarquía entre el público australiano.
Sin embargo, la visita tendrá una agenda diferente. El estado de salud del rey ha hecho que las usuales ceremonias y agasajos se reduzcan.
Hay pocos compromisos en su agenda y, aparte de una barbacoa en Sídney y un evento en la famosa Ópera de la ciudad, habrá pocas reuniones públicas.
Los australianos, marginalmente a favor de la monarquía, están sin embargo lejos del entusiasmo que en 2011 mostraron por la visita de la fallecida madre de Carlos III, la reina Isabel II, cuando miles acudieron para recibir su saludo.
En Australia, el movimiento antimonárquico crece en un país que tiene al rey británico como jefe de Estado.
"Me había olvidado de que iban a venir", dijo Trevor Reeves, de 73 años, resumiendo el estado de ánimo general en Sídney.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, no oculta su deseo de romper algún día los lazos con la monarquía. Tras la muerte de la reina Isabel II, su gobierno sustituyó el rostro de la monarca en el billete de 5 dólares del país por un motivo indígena.
Una encuesta reciente mostró que aproximadamente un tercio de los australianos quiere desvincularse de la monarquía, un tercio la mantendría y un tercio está indeciso.
La gira de Carlos III llega además en medio de llamados a reparaciones por la esclavitud por parte de líderes de países caribeños miembros de la Commonwealth, en su mayoría excolonias británicas.
El soberano acudirá en Samoa a la reunión de jefes de gobierno de los 56 países de la Commonwealth, el 25 y el 26 de octubre, siendo la primera cumbre a la que acude como rey.