Una procesión fúnebre tuvo lugar el lunes en la ciudad santa chiita de Kerbala, en el centro de Irak, en homenaje al general Abás Nilforushan, asesinado en Líbano junto al líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, en un bombardeo israelí a finales de septiembre, constató un fotógrafo de la AFP.
Los Guardianes de la Revolución, el ejército de élite de Irán, anunciaron el viernes que el cuerpo del general Nilforushan fue recuperado en el lugar del bombardeo contra un bastión del movimiento chiita proiraní Hezbolá en la periferia sur de Beirut el 27 de septiembre.
Su cuerpo fue trasladado en avión el lunes desde Beirut hacia el aeropuerto internacional de Bagdad, y después en ambulancia hasta Kerbala.
El cortejo fúnebre se dirigió al santuario de Husainiya, donde un representante del más alto dignatario religioso chiita de Irán, el ayatolá Ali al Sistani, dirigió las oraciones en presencia de una gran multitud.
Los participantes ondearon banderas de Irán, de Hezbolá y de la facción armada iraquí Kataib Hezbolá, al tiempo que coreaban "muerte a Israel".
El cuerpo será después trasladado a la ciudad santa de Mashhad, en Irán, según la agencia de prensa Sepah, afiliada a los Guardianes.
Otra ceremonia tendrá lugar el martes en Teherán, antes del entierro previsto el jueves en Isfahán, su ciudad natal en el centro de Irán, precisó la agencia.
Abás Nilforushan era uno de los principales comandantes de la Fuerza Qods, unidad de élite de los Guardianes de la Revolución.
Estos últimos indicaron que los disparos iraníes de unos 200 misiles contra Israel el 1 de octubre fue una represalia por el asesinato de Nilforushan y de Nasralá, así como del líder del movimiento palestino Hamás, Ismail Haniyeh, muerto el 31 de julio en Teherán en un ataque atribuido a Israel.
Israel prometió una respuesta.