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Un joven va al médico por abundante secreción nasal y descubre que tenía una fuga de líquido cerebral

Un hombre sirio de 20 años ignoró síntomas graves durante seis años, hasta que un diagnóstico reveló una fuga de líquido cefalorraquídeo y un encefalocele.

larepublica.pe
La secreción nasal persistente que inicialmente parecía inofensiva era, en realidad, un síntoma de un encefalocele, lo que llevó a la necesidad de cirugía urgente para repararlo. Foto: iStock

Un insólito caso médico en Siria ha puesto de manifiesto la importancia de no subestimar los síntomas de una lesión cerebral. Un joven de 20 años, tras sufrir un accidente automovilístico hace seis años, se presentó a consulta médica por una secreción nasal persistente. Este problema, que parecía inicialmente inofensivo, resultó ser una fuga de líquido cefalorraquídeo (LCR), un fluido esencial que protege el cerebro y la médula espinal. La situación del paciente se tornó crítica cuando comenzaron a aparecer dolores de cabeza intensos y episodios de convulsiones.

El caso fue documentado en el Journal of Medical Case Reports , donde se destacó la evolución de los síntomas y la complejidad del diagnóstico. A pesar de que la secreción nasal era el síntoma más evidente, su origen se relacionaba con un traumatismo craneoencefálico, lo que llevó a la necesidad de una intervención médica urgente.

Al analizar los resultados, se descubrió que el paciente tenía una fuga de líquido cerebral causada por una fractura en la base del cráneo y un encefalocele. Foto: referencial Unsplash

La secreción nasal resultó ser una fuga de líquido cefalorraquídeo

La historia del paciente comenzó con un accidente automovilístico que sufrió seis años atrás. Aunque salió consciente y sin lesiones aparentes, la secreción nasal, que comenzó como un ligero goteo, se fue intensificando con el tiempo. Este fluido, que el joven pensaba que era un simple síntoma de resfriado, se identificó finalmente como líquido cefalorraquídeo que se filtraba a través de una fractura en la base del cráneo.

Los médicos, al revisar su historial clínico, encontraron que el joven había desarrollado un encefalocele, una condición en la que una parte del cerebro sobresalía a través de un orificio en el cráneo. Este hallazgo fue crucial, ya que la fuga de LCR no solo afectaba su calidad de vida, sino que también podía llevar a complicaciones graves, como una meningoencefalitis.

Parte del tejido cerebral y las membranas que lo cubren se estaban desplazando a través de una fractura en la base del cráneo. Foto: Journal of Medical Case Reports

Reparación del encefalocele y recuperación total del paciente

Después de recibir tratamiento en la unidad de cuidados intensivos por una meningoencefalitis, los médicos recomendaron de nueva cirugía. Aunque inicialmente el paciente había rechazado esta opción, decidió someterse a la operación al regresar para un seguimiento. La intervención, realizada por un neurocirujano, consistió en devolver los tejidos cerebrales a su lugar y reconstruir la base del cráneo utilizando cemento óseo y biopegamento.

La cirugía fue un éxito. En solo dos días, el joven fue dado de alta, y una resonancia magnética posterior mostró la reparación completa del encefalocele, eliminando los síntomas de secreción nasal, dolores de cabeza y convulsiones que lo habían aquejado durante años.

¿Qué es un encefalocele traumático?

El encefalocele traumático es una complicación poco común, generalmente asociada con lesiones en la cabeza. Ocurre cuando el tejido cerebral se desplaza a través de una abertura en el cráneo, lo que puede provocar fugas de líquido cefalorraquídeo y aumentar el riesgo de infecciones como la meningoencefalitis. Se estima que entre el 10% y el 30% de las fracturas de la base del cráneo pueden resultar en este tipo de fuga, lo que subraya la importancia de un diagnóstico adecuado y tratamiento inmediato.

Aunque los encefaloceles son más frecuentes en recién nacidos, los casos traumáticos como el de este joven sirio demuestran que pueden desarrollarse incluso años después de un traumatismo no tratado. La atención médica oportuna es fundamental para evitar complicaciones que pueden comprometer seriamente la salud del paciente.