En el mundo, más de 40 países comparten una característica geográfica singular: no tienen acceso directo al mar. Esta situación plantea importantes desafíos en términos de comercio, logística y desarrollo económico. A pesar de ello, varias de estas naciones han logrado adaptarse y prosperar. Ejemplos notables se encuentran en Europa, con 15 países sin salida marítima, en África con 14, en Asia con 12 y en América del Sur con 2.
Aunque Bolivia es ampliamente conocida por haber perdido su acceso al mar tras el conflicto con Chile, Paraguay también es un país sin litoral. En su caso, esta situación no se debe a una guerra, ya que desde su creación como nación independiente nunca tuvo salida al mar. No obstante, ha encontrado en los ríos Paraguay y Paraná una solución eficaz para el transporte y comercio internacional, lo que le ha permitido integrarse a las rutas fluviales que conectan con el Atlántico.
"De hecho, Paraguay, como entidad territorial independiente, nunca tuvo salida al mar. Cuando la provincia, que se llamaba o se conocía en aquel entonces como Paraguay, se dividió territorialmente en el año 1617 y (Paraguay) después de que se convirtió en una república independiente, ya no tenía salida al mar. En pocas palabras, nunca tuvimos salida al mar. (…) Hay muchos mitos que dicen que con la guerra de la Triple Alianza Paraguay pierde su salida, pero no", relató el historiador paraguayo Fabián Chamorro en una entrevista para Ataque 105.
Bolivia y Paraguay son países sin salida al mar. Foto: BBC
A finales de agosto de 2023, Paraguay y Uruguay anunciaron la firma de un acuerdo para cooperar en la construcción de un puerto que les facilite el acceso al océano.
Gracias a este proyecto, Paraguay está a punto de experimentar una transformación logística con la construcción de un nuevo puerto en el departamento de Soriano, Uruguay. Esta construcción, que contempla una inversión de 300 millones de dólares, no solo representa una importante obra de infraestructura, sino también un avance estratégico hacia la autonomía logística del país. Ubicado en una zona clave del Atlántico, el puerto permitirá a Paraguay acceder directamente al mar, lo que agilizará y abaratará sus operaciones de exportación e importación.
Este puerto contempla dos etapas, las cuales están diseñadas para optimizar tanto el flujo de mercancías como la capacidad de almacenamiento. Esta infraestructura no solo reducirá los costos de transporte para los empresarios paraguayos, sino que también abrirá nuevas rutas comerciales, ampliando los mercados disponibles para sus productos. Asimismo, la iniciativa pretende integrar a Paraguay más profundamente en el mercado sudamericano, fortaleciendo sus vínculos económicos y políticos con Uruguay y otros países de la región.
El nuevo puerto en Soriano, Uruguay, ofrece a Bolivia una oportunidad crucial para superar su falta de acceso directo al mar. Esta instalación proporcionaría una vía alternativa eficiente hacia el Atlántico, lo que ayudaría a reducir su dependencia de los puertos chilenos, tradicionalmente su principal enlace marítimo. Con rutas más ventajosas, Bolivia podría mejorar la competitividad de sus exportaciones, especialmente de minerales y productos agrícolas, al disminuir tanto los tiempos como los costos de transporte.
Juan Notaro, presidente del Fondo para los Países de la Cuenca del Plata (Fonplata), afirmó que la colaboración entre Uruguay, Paraguay y Bolivia podría fortalecer considerablemente sus economías. En el caso de Bolivia, contar con acceso a un puerto en Uruguay permitiría reducir los costos operativos y ofrecer una ruta más directa y económica para sus exportaciones.
El nuevo puerto en Soriano traerá múltiples beneficios. Foto: Última Hora
Un país sin litoral es un Estado soberano que carece de acceso directo a océanos, como el Atlántico, o a mares abiertos, como el Mediterráneo.
Bolivia perdió su acceso al océano tras la Guerra del Pacífico, un conflicto que se desarrolló entre 1879 y 1884, en el que Chile se enfrentó a una alianza formada por Bolivia y Perú. Al concluir la guerra, ambos países tuvieron que ceder territorio a Chile. En el caso de Bolivia, entregó el desierto de Atacama, lo que significó la pérdida de su salida al Pacífico.