Unas 21 personas murieron y 67 resultaron heridas el domingo por disparos atribuidos a paramilitares en un mercado de la ciudad de Sennar (sureste de Sudán), el día después de que el país rechazara una misión independiente para proteger a los civiles.
La red de médicos sudaneses, una organización creada tras el inicio de la guerra en abril de 2023, registró un balance similar, y estimó por su lado que "más de 70 personas resultaron heridas".
La red atribuyó los disparos de artillería a las Fuerzas de Apoyo Rápido (FSR), paramilitares comandados por el general Mohamed Hamdan Daglo, opuesto en Sudán al ejército del general Abdel Fatah al-Burhan.
Desde abril de 2023, Sudán está bajo un sangriento conflicto entre el ejército y fuerzas paramilitares, que ya ha causado decenas de miles de muertes y desencadenado una de las peores crisis humanitarias del mundo.
El Estado de Sennar, que albergaba antes de los combates más de medio millón de desplazados según la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), une el centro de Sudán con el sudeste controlado por el ejército, donde centenares de miles de desplazados hallaron refugio.
Desde fines de junio, los paramilitares controlan Sinja, capital de Sennar. En agosto, un ataque paramilitar dejó al menos 80 muertos en una localidad de ese estado, informaron fuentes médicas y testigos.
La guerra ha causado decenas de miles de muertos y llevado a la población al borde de la hambruna, según diversas estimaciones.
También ha provocado el desplazamiento de 10 millones de personas y devastado las infraestructuras.
Expertos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU urgieron el viernes por un "despliegue sin demora" de una fuerza "independiente e imparcial" para la protección de los civiles en el país, lo que fue rechazado por la diplomacia sudanesa que denunció una "violación flagrante de su mandato".
"La protección de los civiles sigue siendo una prioridad absoluta para el gobierno sudanés", afirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores, que acusó a "las milicias de atacar sistemáticamente a los civiles y a las instituciones civiles".
Para el ministerio, el "papel" del Consejo de Derechos Humanos tendría que ser el de "apoyar el proceso nacional, más que buscar imponer un mecanismo exterior diferente".
De visita en Puerto Sudán, en el este, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que el grado de urgencia es "escandaloso" y subrayó la necesidad de "responder al sufrimiento causado".
Según él, del 70 al 80% de las instalaciones sanitarias no funcionan a plenitud y el sector humanitario, que necesita 2.700 millones de dólares en ayuda para 14,7 millones de sudaneses, ha recaudado menos de la mitad.