En la selva del Amazonas, aún persiste el mito de que quien sea picado por un insecto con alas de mariposa y una cabeza similar a la de un lagarto debe hacer el amor en las siguientes 24 horas para evitar la muerte. Aunque no existen reportes oficiales de muertes causadas por la picadura de este insecto, la gente mantiene el temor.
La machaca, también conocida como cabeza de cacahuate, es un insecto de color marrón que puede medir hasta 9 centímetros de largo y tiene una cabeza que recuerda a la de un lagarto. Sus alas extendidas pueden alcanzar los 15 centímetros. Cuando se siente amenazada, despliega unos falsos ojos amarillos ocultos en sus alas y emite un olor desagradable. Sin embargo, no es por esto que le temen en Sudamérica.
Este insecto habita en Sudamérica. Foto: Ecoosfera
La Machaca es un insecto que habita en la selva colombiana, principalmente en los departamentos de Meta y Leticia. Su color café le permite camuflarse entre los árboles. Los habitantes del Amazonas colombiano sostienen que este insecto no es agresivo hacia los humanos y se alimenta de la savia de los árboles, argumentando que la machaca es totalmente inofensiva para las personas.
Sin embargo, según el museo de insectos de la Universidad de Costa Rica, en la región amazónica, algunos indígenas consideran a la machaca letal. Esto se debe en parte a la forma en que se alimenta el insecto, ya que su aparato bucal está modificado en un estilete o pajilla, que emerge de la parte inferior de la cabeza y se extiende hasta el segundo par de patas.
Se alimenta de la savia de los árboles. Foto: Museo Nacional de Costarica
Ese estilete, que algunos erróneamente consideran un aguijón usado para picar con alevosía, penetra las plantas para succionar la savia. A pesar de todas las explicaciones, la gente sigue temiendo a este pequeño insecto y no quiere ser picada por él.
La leyenda sostiene que la picadura de este peculiar insecto contiene un veneno mortal cuyo único antídoto es tener relaciones sexuales dentro de las 24 horas posteriores a la picadura.
Al parecer, uno de los responsables de propagar el mito fue el periodista colombiano ya fallecido, Henry Holguín. En unas populares crónicas escritas en la década de 1970, Holguín aseguraba que la machaca poseía un aguijón entre las patas, "una especie de espuela renegrida por donde inocula su veneno".
La leyenda dice que deberás hacer el amor antes de 24 horas. Foto: ecoosfera
"Cuando ese aguijón se clava en la carne humana, la víctima sale corriendo pidiendo ayuda a gritos. El dolor es muy fuerte y ocasiona después una especie de sopor que va creciendo por momentos. Si se hace el amor inmediatamente, no ocurre nada. Si no, antes de 24 horas vendrán los dolores y la víctima muere indefectiblemente", afirmó el reportero. Además, citaba algunas anécdotas de pobladores de la región de Putumayo para apoyar su relato.