En la última edición del Índice IESE Cities in Motion (ICIM) 2024, Santiago de Chile se posicionó como la ciudad líder en Latinoamérica en términos de desarrollo. Ocupando el puesto 91 a nivel mundial, esta metrópolis chilena ha logrado sobrepasar a otras importantes urbes latinoamericanas, marcando así un hito en cuanto a avance urbano y gestión inteligente en Chile.
Este índice, una iniciativa del Centro de Globalización y Estrategia del IESE dirigida por los profesores Pascual Berrone y Joan Enric Ricart, evalúa 183 ciudades de 92 países en 114 indicadores clave. Estos indicadores abarcan diversas áreas que son fundamentales para el progreso y la calidad de vida en las ciudades, desde el gobierno, movilidad y transporte hasta aspectos económicos.
El Índice IESE Cities in Motion (ICIM) 2024 evalúa 183 ciudades de 92 países en 114 indicadores clave. Foto: Chile Travel
La clasificación de Santiago como líder en América Latina no es casual. Su destacado desempeño en áreas cruciales como gobierno, movilidad y transporte, junto con sólidos aspectos económicos, ha sido determinante para su posición privilegiada. Este logro refleja el compromiso de la ciudad con la innovación y la sostenibilidad, así como su capacidad para implementar soluciones inteligentes en beneficio de sus habitantes.
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Aunque Buenos Aires se ubicó detrás de Santiago, es notable su liderazgo en planificación urbana, proyección internacional y desarrollo del capital humano. Este enfoque complementario subraya la diversidad de estrategias y fortalezas entre las ciudades latinoamericanas.
El informe también señala los desafíos enfrentados por las ciudades latinoamericanas, incluidos la alta densidad poblacional y los efectos exacerbados por crisis internacionales. Sin embargo, a nivel global, ciudades como Londres, Nueva York y París imponen su liderazgo en el ranking, con Europa Occidental liderando en representación.
Santiago de Chile ha sido reconocida como la ciudad más inteligente de la región. Foto: Chile Travel
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La edición 2024 del ICIM introduce importantes actualizaciones, como nuevos datos demográficos de Euromonitor y la inclusión de indicadores más representativos de las realidades actuales. Estos cambios subrayan la evolución constante del índice y su adaptación para reflejar de manera más precisa el panorama urbano global.
La clasificación de Santiago de Chile como la ciudad más inteligente de América Latina en el ICIM 2024 es un testimonio de su enfoque proactivo hacia la gestión urbana inteligente. Aunque los retos son significativos, el progreso de Santiago y otras ciudades latinoamericanas en el ranking global ofrece una visión esperanzadora del futuro urbano de la región.
La fundación de Santiago, que se dio el 12 de febrero de 1541 por Pedro de Valdivia, marca un capítulo decisivo en la historia de Chile y de la colonización española en América. Elegido por sus fértiles tierras y su estratégica ubicación en el valle del río Mapocho, la ciudad no solo fue testigo del encuentro entre culturas, sino también del nacimiento de una nueva identidad urbana en el continente.
La elección de Valdivia de asentar la ciudad entre dos brazos del río Mapocho, al amparo del cerro Huelén (más tarde rebautizado como cerro Santa Lucía), fue una decisión estratégica. La proximidad al río garantizaba la provisión de agua, mientras que el cerro ofrecía protección y una vista panorámica para advertir cualquier amenaza.
Santiago de Chile tiene el mirador más alto de Sudamérica, a 300 metros de altura, el Costanera Center y Sky Costanera. Foto: Chile Travel
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Siguiendo el modelo de urbanismo hispano, Santiago fue diseñada en forma de damero, una estructura que facilitaría su expansión y organización. La plaza mayor, rodeada por edificaciones clave como la capilla y las casas de los principales vecinos, se convirtió en el corazón de la ciudad.
El establecimiento del cabildo fue un hito en la organización política de la ciudad, ya que otorgó a Santiago un grado de autonomía para enfrentar los desafíos locales. Aunque esta autonomía se vio modificada con la designación de un gobernador real, el cabildo mantuvo un papel crucial en la vida urbana, pues simboliza el inicio de la gobernanza local en el contexto colonial.
Los primeros años de Santiago estuvieron marcados por desafíos significativos, incluido el ataque liderado por el cacique Michimalonco. Este evento no solo demostró la resistencia indígena, sino también la vulnerabilidad del asentamiento español. Sin embargo, la resiliencia de los colonos, combinada con el establecimiento de un puerto en Valparaíso y el desplazamiento de la frontera de conflicto hacia el sur, facilitó la consolidación de Santiago como el centro político y económico del territorio.
El Palacio de La Moneda es no de los lugares más importantes de Santiago de Chile. Foto: Chile Trave
El reconocimiento de Santiago como ciudad por el rey de España y la concesión de un escudo de armas en 1552 subrayan el éxito de la colonización y el establecimiento de instituciones coloniales estables. Este acto no solo simbolizó la importancia de Santiago en el imperio español, sino que también consolidó su estatus como capital del reino.
La fundación de Santiago de Chile no es solo un relato de conquista y resistencia, es la historia de cómo una ciudad se convirtió en el epicentro de la colonización española y el desarrollo urbano en América Latina.
Desde su estratégico emplazamiento hasta su diseño urbano y organización política, Santiago refleja la complejidad y la riqueza de la historia colonial.
Santiago, la capital de Chile, ha experimentado un desarrollo significativo en el ámbito de la ciencia en las últimas décadas. La ciudad es un centro importante para la investigación y la educación científica en América Latina, albergando varias universidades de prestigio, instituciones de investigación y centros tecnológicos. Algunos aspectos destacados del desarrollo científico en Santiago incluyen:
En resumen, Santiago ha experimentado un notable desarrollo en el ámbito de la ciencia, convirtiéndose en un centro importante para la investigación, la educación y la innovación científica en América Latina.
Con casi 300 metros de alto, el Sky Costanera, ubicado dentro de un mall, es el mirador más alto de toda Sudamérica. Ubicado en Santiago de Chile, ofrece a sus visitantes a tener una vista de 360º. Quienes deseen ingresar deben adquirir un boleto que cuestan entre $3.000 y los $12.000 pesos.
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La Gran Torre Santiago se encuentra ubicada en la capital de Chile y tiene un total de 300 metros, conformados por 64 pisos. El rascacielos, que se encuentra dentro del Costanera Center, está destinado para oficinas y es propiedad del conglomerado chileno CENCOSUD.
Gran Torre Santiago, primer edificio más grande de Sudamérica. Foto: pcparch.com
La piscina en San Alfonso del Mar, en Chile, es considerada la segunda más gran del mundo, después de haber sido la número uno en el mundo en el 2007. Contiene 66 millones de galones de agua de mar filtrada y abarca el tamaño de 20 piscinas olímpicas, es decir, más de 1 km de largo.
San Alfonso del Mar, la segunda piscina más gran del mundo. Foto: crystal-lagoons
Esta refrescante curiosidad sudamericana forma parte del exclusivo complejo residencial y turístico ubicado en Algarrobo, Valparaíso. Supera en extensión los 80.000 m2 y su diseño se distingue por tener una zona más redondeada y otra alargada, con una vista directa al océano Pacífico.