Estados Unidos aseguró este miércoles 17 de mayo que su relación con el Gobierno de Ecuador permanece "fuerte" tras la decisión del presidente del país, el conservador Guillermo Lasso, de disolver la Asamblea Nacional en medio de un juicio político en su contra.
En una rueda de prensa, el portavoz del Departamento de Estado Vedant Patel rehusó comparar la situación de Ecuador con la de Perú el año pasado, cuando el entonces mandatario, el izquierdista Pedro Castillo, disolvió el Congreso para frenar su destitución y acabó encarcelado acusado de golpe de Estado. "Nuestra relación bilateral con el Gobierno de Ecuador y con el pueblo ecuatoriano permanece fuerte", remarcó Patel.
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El portavoz explicó que el Gobierno de Joe Biden está "al tanto" de la decisión de Lasso, ofreció su apoyo a "las instituciones y a los procesos democráticos de Ecuador", y expresó su respeto "a la voluntad del Gobierno y del pueblo ecuatoriano".
"Instamos a todas las instituciones gubernamentales, a la sociedad civil y a los ciudadanos a garantizar que los procesos democráticos se lleven a cabo en beneficio del pueblo", dijo Patel.
El vocero de la diplomacia estadounidense agregó que Washington seguirá trabajando con Quito para abordar "los desafíos y objetivos compartidos". En un mensaje a la nación, Lasso decretó disolver la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, y convocar elecciones generales anticipadas, de modo que gobernará mediante decretos hasta que su sucesor asuma el cargo.
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Lasso hizo este anuncio el día después de haber comparecido el martes ante la Asamblea para realizar su alegato de defensa ante la acusación formulada por la oposición por un presunto delito de peculado (malversación).
El líder opositor y expresidente de Ecuador, Rafael Correa (2007-2017), tachó de ilegal la decisión de Lasso, mientras que la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) denunció un "cobarde autogolpe de Estado".