Por: Josué Castro
Nizar Issaoui, futbolista profesional de Túnez, falleció a causa de las graves lesiones sufridas tras prenderse fuego a principios de esta semana en señal de protesta contra el "Estado policial" en su país. Él fue acusado de ser "terrorista" tras presentar una denuncia en una comisaría debido a que un vendedor de frutas quiso ofrecerle un producto al doble del precio establecido.
Según informes locales, Issaoui había expresado su frustración por la situación política y social de Túnez, y se había unido a las manifestaciones que se llevaron a cabo en el país en las últimas semanas. Lamentablemente, su protesta tuvo un desenlace fatal y su muerte ha generado un debate en el país sobre los problemas sociales y la necesidad de atención a la salud mental.
Nizar Issaoui, un exfutbolista tunecino de 35 años que previamente jugó en varios equipos de élite de su país, se prendió fuego en un acto de protesta el último lunes en la ciudad de Haffouz, en la región de Kairouan, en el centro de Túnez. Según informes de los medios locales, Issaoui había expresado su descontento con la situación política y social del país en las semanas previas a su trágico fallecimiento.
Nizar Issaoui no resistió las heridas causadas por las quemaduras. Foto: composiciónLR /Twitter/ 10Millions2Po
Antes de inmolarse, el futbolista publicó un mensaje en su página de Facebook en el que expresaba su decisión de condenarse a sí mismo "a morir por el fuego". En su publicación, Issaoui dejó en claro su rechazo al "Estado policial" y afirmó que ya no tenía la energía necesaria para luchar contra la situación. "Hoy mismo se ejecutará la pena", agregó en su mensaje que fue compartido ampliamente en las redes sociales.
Según informes de los medios tunecinos, Issaoui explicó su decisión de prenderse fuego como una forma de protesta contra la Policía después de haber sido acusado de "terrorismo" por presentarse en una comisaría para denunciar a un vendedor de frutas que ofrecía plátanos a un precio por encima del fijado por las autoridades.
El exfutbolista publicó un video que grabó y transmitió en vivo desde su teléfono móvil para denunciar la situación: "Me acusan de terrorismo por una disputa con alguien que vende plátanos a 10 dinares", exclamó.
Tras su fallecimiento, las fuerzas policiales hicieron uso de gas lacrimógeno para dispersar a decenas de personas que protestaron frente a la comisaría para denunciar la muerte de Issaoui.