El tan ansiado sueño americano continúa cobrando la vida de miles de ciudadanos latinos que deben cruzar una que otra peripecia para llegar a Estados Unidos. Una de ellas es ‘La Bestia’ o ‘El tren de la muerte’, una locomotora que recorre México de sur a norte repleta de mercancías, pero que es usada por migrantes para llegar más rápido a su destino.
Sin embargo, la travesía sobre el techo de estos vagones está llena de peligros: hay que atravesar túneles, puentes, espesas selvas y amplias zonas controladas por el crimen organizado. En estas condiciones, el menor descuido puede costarles la vida.
“Yo iba en los vagones de arriba y, como el tren no llevaba góndolas donde descansar, me subí a la parte superior y, como me dormí ahí, me caí”, relató a Euronews el hondureño Ronio Osorio, quien el año pasado perdió una pierna en dichas circunstancias.
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Aunque, durante 2020, los flujos migratorios experimentaron una pausa derivada de la pandemia por COVID-19 y el cierre de fronteras, los registros de migrantes ilegales aumentaron en los dos años posteriores y, lamentablemente, también las muertes.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos estima 853 muertes en el año fiscal 2022. Este es un número al que no se había llegado en los últimos 20 años y que abarca muertes en el Río Grande, San Diego, El Paso y otros lugares.
“Las personas buscan rutas menos vigiladas, rutas extremadamente inhóspitas, como es el caso del desierto de Sonora, del que nunca vamos a saber realmente el número de personas que han muerto ahí”, sostuvo Chacón a la “Voz de América”.
‘La Bestia’ recorre los 5 mil kilómetros que hay entre las fronteras sur y norte de México. Foto: CLAIMA
La caminata a lo largo del desierto de Sonora o el viaje en ‘La Bestia’ hacia Tamaulipas y Texas o hacia Sonora y Baja California han sido algunas opciones de los migrantes antes de llegar a la frontera de 3.145 kilómetros, donde deben desafiar otros peligros como pasar el muro fronterizo.
“Las causas principales de muertes registradas en las rutas migratorias, desde Centroamérica, son los accidentes ocurridos, mayormente, en trenes de carga que son usados como medio de transporte por los migrantes. La violencia en (su) ruta, que va desde los homicidios hasta los abusos físicos y la violencia sexual, es la segunda causa más común de muerte en la zona”, señala la OIM (Organización Internacional para las Migraciones de las Naciones Unidas).
Debido a la poca presencia de personas a lo largo de las rutas o la gran extensión de los territorios, no es posible hallar a quienes desaparecen en el camino. Por ende, los restos no logran ser recuperados.
El año pasado, 615 migrantes desaparecieron en su ruta hacia Estados Unidos, según la OIM.
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La mayoría de los migrantes que abordan alguno de los trenes de esta red provienen de Honduras, El Salvador y Guatemala, según el Instituto Nacional de Migración (INM). Sin embargo, también hay mexicanos que suben a los vagones en movimiento, cuando el tren pasa por distintos poblados del país.
A lo largo del camino, hay refugios para migrantes. Algunos bajan del tren para pasar ahí la noche y vuelven a subir al amanecer. Esta no es la única forma de llegar a la frontera con EE. UU., pero es la más económica y evita algunos puntos de control de migración.
El principal riesgo es caer del tren, razón por la que muchos migrantes han sufrido mutilaciones o han muerto.
El año pasado, 615 migrantes desaparecieron en su ruta hacia Estados Unidos, según la OIM. Foto: azcentral
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‘Las patronas’ son un grupo de mujeres que, desde 1995, viven pendientes del silbido del tren para ayudar a los migrantes que viajan encima de los trenes de carga. Ellas preparan comida a diario para lanzar a los migrantes que viajan a bordo del tren.
Al escuchar que viene el tren, ellas corren lo más rápido posible y les alcanzan a los migrantes botellas de agua atadas de a tres para que puedan agarrarlas fácilmente; otras cargan cajas con raciones de frijoles, arroz o latas de atún.
Algunas veces, los conductores de ‘La Bestia’ reducen la velocidad para facilitar la entrega de comida y, en apenas tres minutos, se aleja rumbo al norte con decenas de migrantes a bordo cuyo objetivo es lograr el tan ansiado sueño americano.