Jueces federales en Texas y Washington emitieron sentencias enfrentadas el viernes 7 de abril, las cuales intensificaron la batalla legal alrededor del aborto y sobre un medicamento de uso común para abortar.
La batalla legal sobre la píldora mifepristona ha crecido de manera más intensa desde que la Suprema Corte de Estados Unidos revocó el derecho federal al procedimiento.
El viernes, la primera sentencia la emitió un juez federal en Texas, Matthew Kacsmaryk, designado por Donald Trump y conocido por sus opiniones ultraconservadoras, quien retiró la autorización que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) había dado hace más de 20 años a la píldora abortiva
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También el viernes, pero en la noche, en un dramático giro legal en dirección opuesta, un juez federal de Washington, Thomas Rice, nombrado por el presidente demócrata Barack Obama, dijo que la FDA debe mantener disponible la píldora abortiva en al menos 12 estados.
El juez Kacsmaryk dijo que su fallo no se aplicaría antes de siete días, para que el Departamento de Justicia pueda apelar.
El sábado 15 de abril, fecha posible de su decisión, tendrá lugar una "movilización de urgencia" en todo el país convocada por la organización feminista Women's March.
A continuación, el contexto sobre la píldora y su uso.
Según el Instituto Guttmacher, la píldora representó más de la mitad (53%) de los 930.160 abortos registrados en 2020 por esta organización, que investiga políticas públicas y de salud reproductiva en Estados Unidos.
En 2008, la proporción fue del 17% y en 2017 del 39%.
Si bien el número de los llamados abortos por medicación se ha disparado dramáticamente en Estados Unidos en los años recientes, todavía no es tan prevalente como en varias naciones europeas.
En Francia, por ejemplo, los abortos de este tipo representaron el 70% del total en 2020.
La píldora abortiva es diferente a la del 'día siguiente', que pueden utilizar las mujeres luego de tener relaciones sexuales para prevenir un embarazo.
La píldora abortiva se toma para inducir un aborto una vez que la mujer confirme que está embarazada.
De hecho, involucra más de una píldora. La primera, mifepristona, conocida también como RU 486, detiene la continuidad normal del embarazo al bloquear la producción de la hormona progesterona.
Otro medicamento, misoprostol, se toma 48 horas después y provoca calambres, sangrado, y vacía el útero.
Las píldoras abortivas pueden usarse en casa y no requieren asistencia médica.