Doyle Duke, un hombre de 53 años procedente de EE. UU., hizo historia tras ser el primer paciente que sobrevive a un triple trasplante en Arizona: recibió un nuevo corazón, hígado y riñón. Esta era la única manera en la que el paciente podía continuar viviendo debido a que viene luchando contra problemas cardíacos desde que tenía 14 años.
Cuando era adolescente, soñaba con ser un jugador profesional del béisbol, pero, durante un examen médico de rutina para unirse a un equipo, los especialistas detectaron un soplo en su corazón: era una estenosis subaórtica hipertrófica idiopática (afección que vuelve al músculo cardíaco anormalmente grueso).
A pesar de los tratamientos e intervenciones quirúrgicas, todo empeoró y se volvió una insuficiencia cardíaca. Esta condición afectó a todo el cuerpo y provocó una enfermedad hepática y renal crónica.
El procedimiento médico era la única forma de que sobreviviera, aunque ciertamente era muy posible que muriera. El 7 de diciembre, tras una cirugía de más de 14 horas en el Mayo Clinic en Arizona, los médicos completaron con éxito la operación.
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El 22 de enero, Doyle oyó los latidos de su nueva bomba sanguínea por primera vez: “No sabes lo bendecido que soy (…). Ahora puedo escuchar ese latido del corazón. Puedo sentirlo. Es tan fuerte y golpea lejos”, declaró a 12News.
Ahora, Duke no solo se siente agradecido, sino que también se le presentó una oportunidad para pasar más tiempo con sus seis hijos, 12 nietos y cuatro perros. Asimismo, manifestó que es afortunado por la donación que le devolvió la vida: “Sabes, él nunca va a morir porque siempre estará conmigo”, afirmó el hombre. “Hasta que me vaya. Veremos muchas cosas juntos. Espero que lo disfrute”.