Selwa Hussain carga una mochila de 6 kilos que lleva nada más y nada menos que su corazón. Posee baterías, un motor eléctrico y una bomba que origina que el aire fluya a través de tubos que alimentan cámaras en su pecho para que la sangre recorra todo su cuerpo.
Selwa es, además, la primera mujer de Reino Unido que fue dada de alta con un corazón artificial total. Su historio comenzó en junio de 2017, cuando se quedó sin aliento y fue al hospital, donde su doctor le diagnosticó una insuficiencia cardíaca grave.
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Una tarde, Hussain empezó a sentirse mal, le faltaba el aliento e hizo todo lo que pudo para conducir su vehículo y llegar donde su médico en Clayhall, Essex. En ese momento, Selwa se enteró lo que padecía.
Selwa es madre de 2 niños y contaba con 39 años cuando le extrajeron el corazón. Foto: Daily Mail
La fémina, entonces, fue trasladada de emergencia al hospital Harefield. Allí, estuvo cuatro días luchando por su vida. Se encontraba muy enferma como para soportar una bomba que ayudara a su corazón y muy débil para afrontar una cirugía de trasplante.
Los especialistas le sugirieron usar un corazón artificial y el esposo de Selwa accedió: la mujer británica fue sometida a una operación para extirparle la bomba sanguínea enferma y la reemplazaron por un implante junto con una unidad especializada que lleva en su mochila.
Este artificio costó más de 90.000 euros y fue fabricado por una empresa estadounidense. La intervención, realizada por la Dra. Diana García Sáez y asistida por Andre Simon, duró seis horas.
"Todo lo que recuerdo antes de la operación fue llorar a mis hermanas y darle mis últimos deseos a mi familia. Recuerdo cuando desperté, me dijeron que me habían sacado el corazón", contó Selwa en entrevista para medios locales. "No puedo agradecer lo suficiente al personal de Harefield, todos son muy positivos contigo, incluso cuando la vida se sentía muy sombría. Es un lugar increíble", concluyó.
Luego de la cirugía, Selwa Hussain aprendió a caminar, hablar, comer y beber otra vez: era una nueva vida. Gracias al compromiso de la fémina y de su familia, pudo ser dada de alta para pasar Navidad con su esposo e hijos.
"Durante Navidad, pude ir de compras, visitar a mi familia y cociné por primera vez en meses. El dispositivo es una absoluta bendición. Pasar tiempo con mi familia, recuperar un poco, aunque sea un poco, la normalidad es maravilloso", relató a la BBC.
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Luego de un año y cuatro meses de cargar la mochila, la mujer halló donador y consiguieron hacerle un trasplante.