Sarah Rector nació en 1902 como descendiente de esclavos en Estados Unidos. Si bien su infancia estuvo llena de prejuicios y racismo marcado, la pequeña pasó de tener nada a poseerlo todo gracias a un sorprendente hallazgo que la volvió millonaria. De esta manera, pasó a tener una vida de lujos, fama y éxito hasta el punto de invertir en la bolsa y otros negocios.
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Los abuelos de Sarah Rector nacieron esclavos como parte de Muscogee Creek, comunidad nativa de Estados Unidos conocida en ese entonces como territorio de indios.
Sin embargo, después de la guerra civil y debido a la Ley Dawes (o Ley de Asignación General), se acordó que los descendientes de esclavos recibieran un terreno como compensación.
En ese sentido, Sarah Rector recibió 160 acres de terreno ubicados en medio del campo petrolífero de Glenn Pool y valorizado inicialmente en 550 dólares, pero la sorpresa de la familia fue grande al notar que la tierra era improductiva.
Cansado de pagar las tasas anuales de aproximadamente 30 dólares, el padre de Sarah decidió poner el terreno en venta. Lamentablemente, nadie quiso comprarlo y solo la empresa Standard Oil Company se dispuso a alquilar la parcela a un módico precio.
Lo que en un inicio parecía ser tierra improductiva, se trató de un pozo petrolero que permitió a Standard Oil Company y a la familia de Sarah Rector la extracción de 2.500 barriles diarios. Para 1913, las ganancias superaban los 300 dólares por día, lo que en la actualidad tendría un valor de 8.000 dólares diarios.
Anuncio de las ganancias de Sarah Rector en un periódico local. Foto: Kansas City Star
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Con tan solo 11 años, Sarah Rector pasó a ser conocida como la “niña de color más rica del mundo” y a ser considerada como “ciudadana blanca” por el Estado, pero, debido a los prejuicios existentes en el siglo pasado, muchas personas cuestionaron su inesperada fortuna y por ley tuvo que tener un tutor de tez blanca, TJ Porter, para manejar las ganancias de la menor.
Gracias a la intervención de sus padres, Sarah pudo manejar su propio dinero con el pasar de los años e incluso se hizo dueña de una de las primeras concesionarias de autos de una persona afrodescendiente en Estados Unidos. A los 18 años, ya había culminado el instituto y poseía una fortuna de más de un millón de dólares, cifra que invirtió en la bolsa, tierra, una gran casa y otros negocios.
Debido a las exorbitantes ganancias y a su nueva vida millonaria, Sarah Rector recibió propuestas de matrimonio de todo el mundo; no obstante, se casó con Kenneth Campbell en 1922 y dio a luz a tres hijos.
Sarah Rector pasó de tener una vida de pobreza a vivir con lujos y ser millonaria. Foto: Martin City Telegraph
Aunque más adelante se divorció, la millonaria volvió a casarse en 1934 con William Crawford, dueño de un gran restaurante que recibió múltiples visitas de famosos, tales como los músicos de jazz Count Basie y Duke Ellington. Además, fue sede de enormes fiestas de la época. El 22 de julio de 1967, Sarah Rector falleció en paz a la edad de 65 años.
Sarah Rector se convirtió en una de las primeras mujeres afrodescendientes en ser millonaria. El título lo consiguió en 1911, cuando tenía 20 años, ya se había casado y su fortuna superaba los 750 mil dólares, de acuerdo a un medio estadounidense llamado The Crisis. Asimismo, aseguraron que Rector adquirió carros, ropa, diamantes de lujo y compró una mansión ubicada en Kansas City, que fue habitada por ella y su esposo Kenneth Campbell.