En la década de los setenta, un hombre tomó la decisión de robar la sucursal del banco Chase Bank, ubicado en la ciudad de Brooklyn (Estados Unidos), para poder pagar la intervención quirúrgica de cambio de sexo de su pareja. La historia sirvió como inspiración para la película “Tarde de perros”, estrenada en 1975.
Se trata de John Wojtowicz, quien en compañía de sus cómplices Salvatore Naturale y Bobby Westenberg, decidieron realizar el atraco. No obstante, el plan no resultó como esperaban, ya que al ingresar armados a la sede bancaria, se encontraron con una bóveda medio vacía, lo que generó que Westenberg diera marcha atrás y salga del lugar.
La decepción del Wojtowicz y Naturale ante el pequeño botín que se podían llevar fue el golpe de suerte para uno de los agentes de seguridad del banco, pues este tuvo el tiempo necesario para alertar a la Policía de Nueva York sobre el hurto.
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Instantes después, los delincuentes se vieron rodeados por los uniformados neoyorquinos, en una evidente desventaja. Sin embargo, ambos tenían que obtener alguna manera de negociar con las fuerzas del orden, por lo que tomaron como rehenes a los ocho vigilantes del banco.
“Era un circo”, contó el periodista Bob Kapstatter en el documental “The Dog”. “Había una multitud en Brooklyn. Era todo un espectáculo”, añadió.
Wojtowicz fue un astuto negociador, pues le exigió a la Policía que les llevara alimento a los rehenes, además de pagarle al repartidor con un gran fajo de billetes.
“Cualquiera lo hubiera amado, era un Robin Hood”, narró Kapstatter, quien en ese entonces formaba parte del periódico estadounidense Daily News.
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Kapstatter negoció con Wojtowicz vía telefónica. Cabe mencionar que su conversación estaba siendo transmitida por televisión en vivo y en directo, por lo que tenía la presión de los espectadores; así que todo tenía que salir de forma favorable.
Después de dos horas de diálogo, Wojtowicz fue directo con sus exigencias. “Quiero que traigan a mi esposa del hospital. Su nombre es Ernest Aron. Es un hombre. Soy gay”, manifestó.
El sujeto admitió que su intención era llevar a cabo el hurto para tener el dinero suficiente para costearle el cambio de sexo a su pareja, con quien contrajo matrimonio en un acto público, pese a que en la época la homosexualidad era considerada una enfermedad y era duramente castigada por la sociedad estadounidense de aquel entonces.
Ernes Aron era una persona que tenía el deseo de cambiarse de sexo, pero al no contar con los medios económicos para realizarlo, tuvo varios episodios de depresión e incluso varios intentos de quitarse la vida.
“Estaba siendo honesto, fue un bombazo. La liberación gay directo a la yugular”, declaró Jeremiah Newton, un amigo de Aron, en el documental.
Tras 14 largas horas, las cuales llegaron a su fin luego de que los atracadores pidieron un vuelo al exterior. Wojtowicz y Naturale parecía que terminaban bien librados; sin embargo, todo fue una trampa, pues cuando los agentes del FBI los acompañaron hasta el aeropuerto de Nueva York, los policías le dispararon al colega de Wojtowicz, quien falleció en el lugar.
Jhon fue capturado. Después del proceso judicial, un juez lo condenó a 20 años de cárcel. Gracias a una buena conducta en la penitenciaria, Wojtowicz obtuvo el beneficio de libertad condicional en 1978. Por lo que pudo disfrutar con su pareja.
El dinero recaudado por la película fue dado a la pareja de Jhon para que pudiera cambiar de sexo y convertirse en Liz Eden.
Posteriormente, John volvió a prisión por de violar dicha medida de aseguramiento en los años 1984 y 1986. Debido a ello, terminó la relación sentimental con Eden, quien luego se casaría con otra persona.
Tiempo después, Liz se separó de esta y finalmente murió a causa de una neumonía el 29 de septiembre de 1987. Wojtowicz asistió a su funeral, reveló New York Post.
Finalmente, John Wojtowicz falleció el 2 de enero de 2006, a los 60 años, debido a un cáncer.