Ted Bundy fue uno de los asesinos seriales más conocidos de la historia y mientras se llevaba a cabo su juicio por homicidio se casó y tuvo una hija con Carole Ann Boone.
De igual manera, es conocida la historia de Charles Manson, quien fue condenado por haber ordenado el asesinato de nueve personas y que en sus últimos años fue vinculado con una joven de 26 años llamada Afton Elaine Burton.
Anders Behring Breivik cumple condena por el asesinato de 77 personas y, al igual que los anteriores criminales, todos tienen algo en común: durante su encierro han recibido cartas de amor en las que les confiesan su admiración o deseo, incluso les llegan propuestas de matrimonio.
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La hibristofilia es definida como el “interés y atracción sexual por quienes cometen delitos” por la Asociación de Psicología Estadounidense. En el libro “The 101 most unusual diseases and disorders”, Evelyn B. Kelly explica que la palabra se origina del griego hubrizein (“cometer una atrocidad contra otro”) y philia (gustar o tener una fuerte preferencia).
El término fue empleado por John Money para definir una parafilia cuando una persona se “excita sexualmente solo por una pareja que tiene un historial depredador de ultrajes perpetrados a otros”, según señala la Dra. Melissa Matuszak de la Universidad de Riverside.
No hay un patrón social definido; sin embargo, de acuerdo a Evelyn B. Kelly, “más mujeres que hombres parecen tener esta atracción”. Por otro lado, según la Dra. Katherine Ramsland, las personas que sienten atracción por criminales ven personas heridas que necesita salvación y creen que “su amor puede transformar la convicción”.
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Sheila Isenberg, autora del libro “Women who love men who kill”, descubrió que hay dos grupos de personas que entablan relaciones con criminales: los que se enamoran y creen que ven el lado bueno del asesino y quienes inician relaciones con asesinos famosos que salen en las noticias.
Sandra Lustgarten, psicóloga especializada en sexología, explica que a pesar de que no hay muchos estudios sobre el tema, se ha identificado que las personas con esta parafilia tienen “la fantasía de tipo amorosa de que los van a cambiar, de que van a modificar la conducta y que los van a volver buenos”.