En Nuevo México, un hecho ha causado consternación. Se trata de la muerte de un niño que fue apuñalado mortalmente en su propia cama. Antes de fallecer, él logró identificar a su atacante y reveló el nombre a los investigadores.
El menor de 11 años, identificado con el nombre de Bruce, mencionó a las autoridades que la madrugada del último domingo, la perpetradora del crimen había sido su propia madre. Aunque reveló la identidad, no mencionó por qué lo hizo.
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El padre del menor llamó al servicio de emergencias al despertarse por los gritos de su hijo. Luego de levantarse y dirigirse hasta el cuarto de Bruce, vio las heridas de gravedad en el cuerpo del niño.
Cuando el padre buscó a su esposa para avisarle sobre el estado de su hijo, la encontró en su habitación, inconsciente.
“El Sr. Johnson encontró a su hijo en su habitación. Fue a llamar al 911 cuando descubrió que Mary también había sido apuñalada, pero estaba inconsciente en otra habitación”, se lee en la declaración de las autoridades.
Personal del servicio de emergencia llegó aproximadamente a la 1.00 a. m. y de inmediato trasladaron a los heridos hasta el Hospital de Lubbock en Texas. Lamentablemente, el menor fue declarado muerto luego de cuatro horas de su hospitalización.
Los médicos hicieron de todo para estabilizar a Mary, y cuando lo lograron, la trasladaron hasta otro hospital. Una vez allí, se le interpuso una orden de detención por presunto asesinato en primer grado, tras conocer las últimas palabras del niño fallecido.