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Amigo del argentino que murió sin ser atendido en Bolivia fue obligado a ver la autopsia

“Fue horrible”, denunció Emmanuel Suares, uno de los amigos de la víctima, tras ser obligado a presenciar la autopsia de su compañero, que falleció por una negligencia médica.

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Suares Reynaga (en primer plano) denunció que los obligaron a ser testigos de la autopsia de su amigo fallecido (de fondo), tras una negligencia médica. Foto: Infobae

Alejandro Benítez era un docente argentino jubilado, que había ido junto a un grupo de amigos a disfrutar de sus vacaciones en Bolivia. El jueves 7 de julio, mientras circulaba por una ruta en su motocicleta, fue embestido por un camión a la altura de Ivirgarzama, en Cochabamba, y terminó con serias lesiones.

Emmanuel Suares Reynaga, uno de los amigos de la víctima, declaró a LN+ que lo llevó al centro médico de Ivirgazama, un pueblo ubicado a 226 kilómetros de Cochabamba, en una ambulancia que casualmente pasaba por la ruta.

“Una persona boliviana hizo que la ambulancia frenara y lo llevase al hospital. Si fuera por el hospital, nunca hubiese llegado, nos dimos cuenta después”, señaló.

Al llegar a ese nosocomio, les dieron un listado con fármacos que debían comprar para atender a Benítez. “No conseguimos todos los medicamentos, pero en el hospital nos dijeron ‘ah, bueno, el resto lo ponemos nosotros’. Pensándolo en frío, eso nos da la pauta de que en realidad siempre tuvieron los medicamentos”. Para entonces había pasado cerca de una hora.

Luego, aseguró Suares, en el centro de salud les informaron que el paciente debía ser trasladado a otro de mayor complejidad, para lo cual debían pagar el traslado en ambulancia, que tenía el costo de 1.000 pesos bolivianos.

Los compañeros tenían en ese momento 40.000 pesos argentinos (el doble del monto que pedía el nosocomio), pero los encargados no aceptaron la moneda argentina y los mandaron a alguna casa de cambio.

“Hasta que vaya a buscar los pesos bolivianos, mi compañero puede morir”, se quejó el argentino. No hubo caso. “Después encontré tres casas de cambio, pero ninguno me quiso cambiar”, siguió su relato.

Alejandro Benítez tenía 61 años cuando sufrió un accidente de tránsito. Foto: Clarín

Suares Reynaga regresó resignado al establecimiento de salud y continuó la discusión. Se le ocurrió ofrecer su moto a cambio de que le autorizaran el traslado. “Para eso, ya eran dos horas que Alejandro agonizaba”, recordó.

Finalmente, los encargados del hospital aceptaron y alistaron una ambulancia. “Pero, cuando llegó, Alejandro falleció de un paro cardiorrespiratorio”.

Sin embargo, lo que pasó después fue casi una tortura porque llegaron los agentes de la Policía y los obligaron a ser testigos de la autopsia.

Docente argentino jubilado murió en Bolivia luego de que le negaran la atención médica porque tenía pesos argentinos. Foto: Clarín.

“Fue horrible”

Suares Reynaga denunció que los obligaron a observar la autopsia de rigor. “Nunca nos dieron la explicación de por qué debíamos presenciar la autopsia. Solamente nos dijeron que nosotros éramos testigos y teníamos que estar presentes”, dijo.

“Nos metieron en una habitación, que no era una morgue, porque no tiene frío, y nos hicieron ver todo el procedimiento. Obviamente, un médico forense o un enfermero está acostumbrado a ver estas cosas, pero nosotros no. Y menos al ver que era nuestro amigo a quien estaban abriendo con una sierra. Fue algo horrible”, acotó y dijo que, incluso, también le hicieron abonar algunos elementos utilizados en el proceso, como gasas.

Los amigos de Benítez reclaman justicia, “y que esto cambie porque cualquier turista puede volver a sufrir lo que sufrimos nosotros”, finalizó Suares Reynaga.