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Japón vela al ex primer ministro Shinzo Abe mientras se investigan los motivos de su asesinato

Decenas de transeúntes se congregaron frente al domicilio de Shinzo Abe, quien no tiene hijos. La Policía cree que el autor del atentado, Tetsuya Yamagami, planificó el ataque con antelación.

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Shinzo Abe era una de las figuras políticas más influyentes de Japón. Foto: AFP

Allegados y espontáneos velaron este 9 de julio la muerte del ex primer ministro nipón Shinzo Abe, cuyos restos fueron trasladados el sábado a su domicilio en Tokio (capital de Japón), mientras continúa la investigación para esclarecer los motivos de su asesinato a manos de un exmilitar.

El coche que transportaba el cuerpo de Abe llegó a su residencia en el distrito tokiota de Shibuya pasada la 1.30 p. m. (4.00 GMT), unas siete horas y media después de haber partido del hospital de la ciudad de Nara, en el oeste del país, al que fue trasladado y donde se le sometió a la autopsia y demás procedimientos pertinentes.

El vehículo llevaba también a su viuda Akie (60 años) como pasajera, quien se había desplazado hasta allí tras el incidente en el que Abe fue tiroteado por la espalda mientras ofrecía un discurso durante la campaña de las elecciones parciales parlamentarias de este domingo.

Uno de los proyectiles alcanzó una arteria del exmandatario, quien falleció desangrado, según los facultativos, a los 67 años.

Multitud de medios y transeúntes se congregaron frente al domicilio habitual de la pareja, que no tiene hijos.

Hasta allí se desplazaron también miembros de su formación, el Partido Liberal Democrático (PLD), como el actual primer ministro, Fumio Kishida; la responsable de políticas y exministra de Interior y Comunicaciones, Sanae Takaichi; y el presidente de la facción de la que formaba parte Abe, Tatsuo Fukuda.

Ofrendas espontáneas

En la estación Yamato-Saidaiji de Nara, donde estaba teniendo lugar el mitin de Abe cuando fue disparado, se instaló este sábado un altar hasta el que numerosos transeúntes se acercaron para presentar sus respetos, entregar flores y orar, después de que en la víspera se colocaran velas y ofrendas en el lugar exacto del atentado.

Simpatizantes de Abe también se desplazaron hasta la oficina que tenía en la localidad de Shimonoseki, en la prefectura de Yamaguchi, su distrito electoral, y donde se arraiga su genealogía.

“Quiero que (el responsable) aclare por qué hizo esto”, contó uno de los desplazados a la agencia de noticias Jiji sobre el detenido por el magnicidio, un exmilitar actualmente desempleado, de 41 años, identificado como Tetsuya Yamagami, oriundo de Nara.

Investigando el móvil

Yamagami fue detenido en el lugar de los hechos cuando todavía reinaba la conmoción. Disparó con un arma de fuego de fabricación casera en dos ocasiones ante el desconcierto de los asistentes y los guardias de seguridad.

Las declaraciones del arrestado han sido hasta ahora confusas y la Policía sigue con sus pesquisas. El acusado habría desmentido el móvil político del crimen, pero dijo guardarle rencor a Abe por sus supuestos vínculos con una organización religiosa a la que acusa de haber arruinado a su madre a través de donaciones.

Durante la inspección de su domicilio en la víspera, las autoridades hallaron armas similares a pistolas y explosivos caseros.

Los investigadores creen que Yamagami planificó el ataque con suficiente antelación y decidió atentar en Nara tras estudiar los actos electorales en distintas ciudades anunciados por el propio Abe en las redes. Además, realizó prácticas de tiro con fuego real.

El hombre había visitado repetidamente lugares donde Abe pronunció otros discursos electorales previos y habría reconocido su intención de matar al exmandatario, pero también habría confesado a las autoridades que su idea inicial era atentar contra el líder del mencionado grupo religioso, cuyos detalles no se han hecho públicos.

Abe, quien renunció al cargo de primer ministro en septiembre de 2020 por una enfermedad estomacal tras convertirse en el mandatario nipón más tiempo en el cargo (desde diciembre de 2012), seguía siendo una de las figuras políticas más influyentes de Japón.

Fue el mentor del actual primer ministro Kishida, el mismo que ha mantenido los principales pilares de la estrategia política de su predecesor desde que llegó al poder en octubre del año pasado y seguía consultándole con frecuencia ante decisiones de calado.