El asesinato del primer ministro de Japón, Shinzō Abe, mientras realizaba un mitin de campaña, causó una gran conmoción en el mundo entero. La sociedad japonesa fue una de las más sorprendidas por el atentado, debido a que los tiroteos son muy poco frecuentes en su país producto de las estrictas normas que imponen sus leyes para la tenencia de armas.
De hecho, el asesino confeso de acabar con la vida del político, Tetsuya Yamagami, reveló que utilizó una escopeta casera fabricada por sus propias manos para perpetrar el homicidio.
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Según las leyes japonesas, las únicas armas de fuego permitidas para la venta son las escopetas y los rifles de aire comprimido. Otros artefactos, como las pistolas, están completamente prohibidos para el uso de civiles. Quienes deseen sacar su licencia de armas deben asistir a una clase que consta de un día completo y consiste en probar un examen escrito y una prueba de tiro que debe registrar una precisión del 95%.
Posteriormente, realizan una prueba de salud mental y otra de drogas, además de revisar los antecedentes penales, las deudas personales, posible participación en el crimen organizado y evaluar que relaciones tiene la persona con sus familiares y amigos. Posteriormente, el individuo debe demostrar una legítima razón para poseerla, por ejemplo: caza, tiro al blanco, o colección.
Escuela de armas en Japón. Foto: Suki Desu
Una vez que entregan el arma, el propietario debe registrarla ante la policía y proporcionar detalles sobre el lugar donde la va a guardar. Esta debe ir en compartimientos separados con su munición y ambos cerrados con llave. El examen debe realizarse una vez cada 3 años para renovar la licencia y la policía debe inspeccionar el estado del arma una vez cada 12 meses.
Según el portal especializado Gun Policy, la tasa de posesión de armas en Japón es de solo 0,25 por cada 100 habitantes, números muy distantes a los de Estados Unidos, donde hay una tasa de 120,5 armas por cada 100 personas.
Esto se traduce en un muy bajo porcentaje de asesinatos producto de armas de fuego, según datos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Sydney, en 2018 solamente se registraron 9 asesinatos por esta vía en Japón, lo cual vuelve a tomar distancia de los 39 740 homicidios ocurridos en EE. UU. ese mismo año.