El centro educativo James Madison, del estado de Florida, al sureste de Estados Unidos, sorteó entre el 2 de mayo y el 1 de junio más de 20 armas de fuego, que van desde pistolas hasta rifles semiautomáticos, como parte de una campaña de recaudación de fondos.
Según la escuela preparatoria, cada uno de los 600 boletos vendidos para participar en la rifa, que podían ser adquiridos por los estudiantes, tuvo un precio de 100 dólares. Entre los premios promocionados sobresalían rifles de asalto RF-15, RF-10 y RF-14, así como pistolas Glock calibre 9 mm y mirillas telescópicas.
Pese a que los ganadores deben cumplir con las regulaciones federales y estatales para reclamar sus armas, que también pueden ser canjeadas por efectivo, la escuela no aclaró si serán sus autoridades quienes realicen las supervisiones pertinentes.
La rifa ha llamado la atención y provocado malestar entre algunos sectores de la población, especialmente luego de que en las últimas dos semanas se han registrado tres masacres en Estados Unidos, una en un supermercado de Búfalo, otra en una escuela primaria de Texas y la última en un hospital de Tulsa, que dejaron decenas de víctimas mortales.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió el último martes que se reunirá con integrantes del Congreso para tratar la cuestión del control de armas. Esto después del tiroteo en una escuela de Uvalde (Texas) que dejó 19 niños y dos profesoras muertas, además del atacante.
“Me reuniré con el Congreso por el tema de las armas, lo prometo”, manifestó al comienzo de su reunión en la Casa Blanca con la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, quien se encuentra de visita en Washington.
El mandatario estadounidense respondía así a preguntas de los periodistas sobre si tiene pensado fomentar un encuentro con el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, para tratar la cuestión del control de armas en el país.
Sin embargo, Biden no precisó cuándo tiene previsto llevar a cabo esta junta con los legisladores.