Se define a sí mismo como “fascista”, “racista” y “antisemita”: Payton Gendron, el joven de 18 años acusado de matar a 10 personas afrodecendientes el sábado 14 en Buffalo, Nueva York, se radicalizó en las redes en solitario en torno a la supremacía blanca y el “gran reemplazo”; ideologías de extrema derecha que se abren paso en Estados Unidos.
“Este individuo vino con el objetivo de matar a la mayor cantidad de negros posible”, resumió el domingo 15 de mayo Byron Brown, alcalde de esta localidad del norte del estado de Nueva York.
Un deseo que el sospechoso, detenido en el acto, explicó extensamente en un manifiesto de 180 páginas, donde escribió: “Soy simplemente un hombre blanco que busca proteger y servir a mi comunidad, a mi gente, a mi cultura y mi raza”.
El joven aparece en una fotografía de la Policía con el pelo casi hasta los hombros, el ceño fruncido y algunos pelos en la barbilla.
Su acción mortal estuvo minuciosamente preparada: el día anterior había realizado una exploración en el supermercado Tops donde se produjo el tiroteo, y su manifiesto recoge, minuto a minuto, su ataque, equipado como un soldado de pies a cabeza, además de una cámara para transmitir en vivo su ataque por la plataforma virtual Twitch.
Procesado por “asesinato premeditado”, Payton Gendron se declaró no culpable durante una primera comparecencia este fin de semana y debe regresar a la corte el 19 de mayo. Ahora se enfrenta a una eventual sentencia de cadena perpetua.
En el cañón de su rifle de asalto, comprado legalmente, estaba escrita una palabra ofensiva, racista y tabú en Estados Unidos para designar a las personas negras y el número “14″, una referencia a un eslogan de los grupos supremacistas blancos.
Payton Gendron nació en 2003 y creció en un pequeño pueblo del estado de Nueva York bastante rural y casi exclusivamente blanco, a más de tres horas por carretera del supermercado en Buffalo. Dice que eligió este lugar para su ataque porque está en el barrio con “la tasa más alta” de habitantes afroamericanos de la región.
Hace un año, cuando se le preguntó sobre sus intenciones al salir de la escuela secundaria, dijo que quería hacer una masacre antes de suicidarse. Una broma, según él, pero la Policía se había preocupado por esta amenaza y lo había enviado a un hospital psiquiátrico, del que fue dado de alta a los pocos días y sin seguimiento, informaron medios estadounidenses.
En su manifiesto cuenta que en mayo de 2020, sufría un “aburrimiento extremo” por el confinamiento contra la COVID-19 y se volcó hacia 4Chan, un foro utilizado por la ultraderecha.
Allí encontró a su inspiración: Brenton Tarrant, el autor de una verdadera carnicería en dos mezquitas de Nueva Zelanda en 2019, que mató a 51 personas. Además, era autor de un manifiesto.
“Lo leí y descubrí que en general estaba de acuerdo con él”, señaló el joven.
También copió y pegó grandes pasajes de su texto en el suyo propio, según constató la AFP.
En el centro de sus preocupaciones, la llamada teoría del “gran reemplazo”, popularizada por el escritor francés Renaud Camus. “Finalmente, me desperté”, escribió el detenido.
“Nunca más aceptaré nuestro reemplazo”, por poblaciones no blancas, sentenció. Mientras está inmerso en esta tesis de conspiración con orígenes neonazis, hace sándwiches en una tienda y toma cursos brevemente en una pequeña universidad antes de abandonarlos.
En la secundaria, luego del levantamiento de las restricciones sanitarias, un día se había presentado con un traje impermeable parecido a los usados en emergencias de riesgo bacteriológico o químico, según excompañeros entrevistados por el diario The New York Times, quienes lo describen cada vez más aislado durante los años de su adolescencia.
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En su manifiesto, las teorías conspiracionistas se suceden y apuntan principalmente a negros y judíos. Cartas natales pseudocientíficas se alternan con memes, muchos de los cuales están tomados del breviario histórico del antisemitismo.
Su texto es también un llamado a la radicalización “inevitable” para hacer frente a “un intento de genocidio”, escribió.
En septiembre de 2021, el jefe de la agencia FBI indicó que se estaban realizando alrededor de 2.700 investigaciones por actos de terrorismo doméstico, el doble casi que un año y medio atrás. El FBI y el Departamento de Justicia de Estados Unidos han establecido células dedicadas para tratarlo específicamente.
Entre los principales actos, extremistas de derecha atacaron en particular una iglesia negra en Charleston (9 muertos en 2015), una discoteca gay en Orlando, Florida (49 muertos en 2016), una sinagoga en Pittsburgh (11 muertos en 2018), un supermercado frecuentado por hispanos en El Paso, Texas (23 muertos en 2019).