Las autoridades sanitarias de Estados Unidos anunciaron este viernes que investigan 109 casos de un tipo de hepatitis grave en niños, cinco de los cuales murieron.
Estos casos de inflamación hepática grave se han detectado en 25 estados y territorios del país en niños con un promedio de edad de apenas 2 años, dijo un alto cargo de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) en rueda de prensa.
PUEDES VER: Estados Unidos limita el uso de vacuna Johnson & Johnson por riesgo de coágulos de sangre
Fuera de Estados Unidos también se han identificado más de 200 casos, particularmente en Europa, dijo otro funcionario. El jueves, Argentina y Panamá reportaron un primer caso cada uno.
Debido a su corta edad, la mayoría de los niños afectados no eran aptos para ser vacunados contra la COVID-19.
“La vacunación contra la COVID-19 no es la causa” de esta enfermedad, recalcó Jay Butler, subdirector para enfermedades infecciosas en los CDC, insistiendo en que quiere poner fin a los rumores que circulan en internet.
Sin embargo, no se descarta como posible causa la infección por COVID-19.
La autoridad sanitaria privilegia no obstante la pista de un tipo de adenovirus, un virus bastante frecuente, pero del que hasta ahora no se sabía que causara hepatitis en niños sanos.
Se ha confirmado que más de la mitad de los niños enfermos en Estados Unidos han dado positivo por el llamado adenovirus “tipo 41″.
“Los investigadores de aquí y de todo el mundo trabajan duramente para determinar la causa”, dijo Jay Butler.
Los casos en Estados Unidos han ocurrido durante los últimos siete meses, afirmó. Y el 14% de los niños afectados tuvo que someterse a un trasplante de hígado.
“Sabemos que esta noticia puede ser preocupante, especialmente para los padres de niños pequeños. Es importante recordar que estos casos de hepatitis grave son inusuales”, dijo Butler.
El 90% de los niños tuvieron que ser hospitalizados, pero la mayoría se curaron.