Shanghái sumó ocho nuevas víctimas de la COVID-19 el jueves, lo que eleva el balance total de fallecidos en esta ciudad china, donde los contagios parecen decaer y algunos residentes pueden, finalmente, salir a la calle, ya que existe un confinamiento más relajado. Sin embargo, ahora ha surgido una nueva denuncia.
En Shanghái, han protestado por el supuesto envío de ancianos vulnerables a campamentos de cuarentena por coronavirus improvisados. “No hay límite para la crueldad y la violencia a sangre fría”, afirmó Zhi Ye, una experiodista nacida y criada en la urbe.
Mediante una publicación en Weibo, considerado el Twitter de China, Zhi relató el caso de una mujer de 92 años, quien dormía en su habitación hasta que fue despertada por unos hombres que irrumpieron en su vivienda a las 2.00 a. m. del martes 19 de abril.
Según informó este jueves 21 de abril la cadena CNN, los visitantes exigieron llevar a la mujer y a su hijo, de 74 años, a un centro de cuarentena pues, según sus registros, ambos habían dado positivo por COVID-19.
Cuando la anciana se negó a ir, porque tanto ella como su hijo habían dado negativo, supuestamente la sacaron de la cama y la arrastraron al suelo. Al final, el septuagenario la ayudó a vestirse y accedió a obedecer.
La noche de ese martes 19 de abril, el Gobierno local confirmó el traslado nocturno de los dos ancianos residentes a un sitio de cuarentena mediante un comunicado.
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Temían que “había ocurrido un accidente” con sus ocupantes, por lo cual la Policía y trabajadores del comité vecinal hicieron que un cerrajero abriera la puerta exterior del apartamento, adujo el Gobierno en su texto oficial.
Muchas personas de la tercera edad permanecen en cuarentena centralizada y es probable que se dirijan allí a medida que se intensifique la campaña para terminar la transmisión comunitaria del coronavirus SARS-CoV-2.
Con más de 400.000 infecciones desde marzo, Shanghái solo ha contabilizado oficialmente 25 víctimas por este brote de COVID-19 impulsado por la contagiosa variante ómicron, unas cifras que algunos escépticos cuestionan.
Los ocho fallecidos reportados el jueves tenían una media de edad de 77,5 años y presentaban patologías previas como tumores malignos o hipertensión, según las autoridades municipales.
Las autoridades han flexibilizado las órdenes de confinamiento domiciliario para unos 12 millones de personas, aunque algunos se quejaron de que los oficiales en sus zonas no les dejaban salir.
Con información de AFP