En su tradicional mensaje de Pascua de Semana Santa, de este 17 de abril, el papa Francisco pidió que llegue la paz a Ucrania, arrastrada “por una guerra cruel e insensata”. Desde su balcón en la basílica de San Pedro y ante 50.000 personas, el papa se refirió a la “incredulidad” que estamos probando con esta “Pascua de guerra”.
Francisco lamentó que tras superar la pandemia, en vez de salir de la mano, se esté demostrando que “tenemos todavía en nosotros el espíritu de Caín, que mira a Abel no como a un hermano, sino como a un rival, y piensa en cómo eliminarlo”, por lo que pidió a los fieles dejar entra la paz de Cristo en nuestras vidas, casas y países”.
”Que haya paz en la martirizada Ucrania, tan duramente probada por la violencia y la destrucción de la guerra cruel e insensata a la que ha sido arrastrada. Que un nuevo amanecer de esperanza despunte pronto sobre esta terrible noche de sufrimiento y de muerte. (...) Por favor, no nos acostumbremos a la guerra, comprometámonos todos a pedir la paz con voz potente, desde los balcones y en las calles”, rogó.
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El pontífice también pidió para que “los responsables de las naciones escuchen el grito de paz de la gente” y se cuestionen esa pregunta que se hicieron los científicos en el manifiesto de Rusell - Eisten, hace casi sesenta años “¿Vamos a poner fin a la raza humana o deberá renunciar la humanidad a la guerra?”.
Asimismo, Francisco recordó “a las numerosas víctimas ucranianas, a los millones de refugiados y desplazados internos, a las familias divididas, a los ancianos que se han quedado solos, a las vidas destrozadas y a las ciudades arrasadas”.