Bianka Rodríguez, mujer y activista trans, ve un precedente importante para las personas trans de El Salvador su logro de obtener su Documento Único de Identidad (DUI) con el nombre con el que ella se identifica. Según indicó a EFE, con ese hecho, el país reconoce oficialmente la identidad de género de la activista.
Rodríguez, ganadora regional por las Américas del Premio Nansen 2019, relató que el proceso que siguió fue “muy difícil y muy largo” e indicó que utilizó los recursos existentes en la legislación vigente salvadoreña.
La también la directora ejecutiva de la organización Comunicando y Capacitando Trans (Comcavis Trans) explicó que en 2020 interpuso una demanda ante un juzgado familiar, en la que se exponía “la lascividad humana” que tenía su nombre masculino sobre ella como persona en detrimento de sus derechos humanos.
Derechos humanos, que según dijo Rodríguez, le han sido negados “sistemáticamente” y además de la violencia que ha sufrido por tener un nombre no acorde con su “identidad y expresión de género”.
“Me topé con un sistema misógino, donde, en un primer momento, se me declaró inadmisible la demanda”, por tanto, tuvo que recurrir en dos ocasiones ante la Cámara de Familia de la Corte Suprema de Justicia para “solicitar apelación y la reconsideración de la demanda”, apuntó.
En diciembre de 2021, el juzgado citó a una audiencia a la activista para poder presentar prueba documental y testimonial, y “establecer claramente los hechos de vulneración” vividos por “ser una persona trans”.
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Sostuvo que la jueza asignada al caso tuvo a consideración otorgar el cambio del nombre el 9 de diciembre de 2021. En esa línea, aseguró que dicha fecha sentó “un precedente importante porque se reconoce la dignidad de las personas trans en el país”.
“Ese día (en que supo la resolución de su caso) fue para mí recordar toda la violencia que he enfrentado por ser una persona trans en el país, de lo mínimo hasta lo más amplio”, apuntó.
El 16 de marzo del presente año, Rodríguez, de 28 años, obtuvo su partida de nacimiento para hacer efectivo el proceso para obtener su documento único de identidad.
“Nuestra resolución funciona para otros casos que puedan estar llegando a los juzgados de familia”, subrayó.
La mujer señaló que “muchas personas trans no tienen recursos económicos para poder costear un abogado e interponer una demanda ante los juzgados pertinentes”, por tanto, es necesaria una ley de identidad de género.
“¿Por qué es necesaria? Porque le va a permitir a las personas trans tener más opciones en este país y sobre todo que el cambio de nombre sea un procedimiento administrativo no tan burocrático como el que yo enfrenté en el juzgado de familia, y que sea un procedimiento gratuito”, explicó.
Los integrantes de la Comisión de la Mujer e Igualdad de Género del Congreso, en su mayoría del partido oficialista Nuevas Ideas (NI), aprobaron en mayo del año pasado enviar al archivo al menos 30 expedientes de estudio tras considerarlos “obsoletos y no acordes a la realidad”, entre estos, el proyecto de Ley de Identidad de Género y Ley Especial por la Igualdad y la No Discriminación.
En marzo de 2018, la Mesa Permanente por una Ley de Identidad de Género en El Salvador presentó al Parlamento un anteproyecto de Ley de Identidad Género, cuyo estudio no avanzó.