Rostyslav Dudarenko, el sacerdote del pueblo de Yasnohorodka, es una de las víctimas civiles de la guerra que Rusia desató contra Ucrania. A principios de mes perdió la vida luego de un ataque de las fuerzas rusas.
En un reporte de la cadena británica BBC desde el terreno, se informó que el suceso ocurrió la tarde del 5 de marzo cuando Dudarenko, vestido de civil, se encontraba en el puesto de de Yasnohorodka.
Aunque no es posible establecer exactamente qué sucedió, un sobreviviente del ataque contó que un grupo de personas, en el que estaba él y Dudarenko, manejaban un puesto de control para inspeccionar los vehículos que se aproximaban.
De un momento a otro se enteraron que tres tanques rusos habían atravesado la aldea y el grupo se escondió en el bosque. Cuando se acercaron al puesto de control, las tropas rusas comenzaron a “disparar en todas direcciones”.
“Cuando se dieron cuenta de que nos escondíamos en la hierba, se salieron de la carretera para atropellarnos con sus tanques”, añadió el hombre, que fue identificado como Yukhym, aunque no es su nombre real.
En el instante en que los tanques regresaron a la carretera, Dudarenko decidió salir. “Vi a Rostyslav levantar la cruz sobre su cabeza, levantarse de su escondite, gritar algo y caminar hacia ellos. Tal vez quería detenerlos. Traté de llamarlo”, acotó Yukhym.
Luego hubo disparos en ruta al sacerdote y, desde su punto de vista, parecían estar dirigidos directamente a Dudarenko. “Y eso fue todo. Dio solo un par de pasos y se cayó”, añadió Yukhym a la BBC.
Consideró que si no fuesen llegado las fuerzas armadas de Ucrania en ese instante, todos habrían muerto. De hecho, el propio Yukhym resultó herido en el ataque.
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“Rostyslav era una persona amable y optimista. Creo que por eso fue a tratar de detener a los rusos”, contó, por su parte, su amigo y compañero sacerdote Serhii Tsoma.
Precisamente como religioso, Dudarenko, quien pertenecía a la Iglesia Ortodoxa ucraniana, se negó a portar armas, según Tsoma.
Casi 1.100 civiles ucranianos han muerto y 1.754 han resultado heridos desde el principio de la invasión, según el último balance actualizado del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, publicado este sábado.
“Desde las 4.00 horas del 24 de febrero, cuando comenzó el ataque armado de la Federación Rusa contra Ucrania, hasta las 0.00 horas del 25 de marzo, el Alto Comisionado ha registrado 2.858 bajas civiles en Ucrania: 1.104 muertos y 1.754 heridos”, según el informe.
Por zonas de control, Naciones Unidas estima 1.045 muertos y 1.527 heridos en territorio todavía controlado por el Gobierno ucraniano, contando los 295 muertos y 681 heridos en las zonas bajo su control de las disputadas regiones de Donetsk y Lugansk, en el este del país. En el área bajo control de las milicias de estas autoproclamadas repúblicas, la ONU ha constatado 286 bajas (59 muertos y 227 heridos).
Naciones Unidas apunta que la mayoría de las bajas civiles fueron causadas por el uso de armas explosivas de “amplia área de impacto”, a través de artillería pesada, el uso de plataformas de cohetes, así como ataques aéreos.
Con información de Europa Press