Una madre de 37 años en Polonia falleció el pasado 25 de enero tras complicaciones durante un embarazo de gemelos. Según denunció su familia a través de redes sociales, la mujer, identificada como Agnieszka T., fue obligada a llevar un feto muerto en su útero tras negársele el aborto.
Los hechos ocurrieron en diciembre de 2021, cuando se constató la muerte de uno de sus bebés. Debido a la estricta ley de aborto que rige en Polonia, los médicos se negaron a practicarle un aborto y dejaron pasar más de una semana, lo que llevó a que su otro bebé falleciera.
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Al 29 de diciembre, ambos hijos permanecían muertos en el útero de la joven madre. No obstante, “la extracción” manual de ambos no se llevó sino hasta dos días después.
“Durante todo este tiempo, los cuerpos en descomposición de los hijos no nacidos quedaron allí”, aseguró la familia, quienes aseguran que la madre desarrolló un cuadro de sepsis hasta acabar en estado vegetal.
La fiscalía del distrito ha iniciado una investigación para determinar si las decisiones médicas que se tomaron en su caso fueron determinantes en la muerte y si los médicos expusieron a Agnieszka.
Según un comunicado del hospital, “se decidió adoptar una actitud de espera y vigilancia, pues existían posibilidades de salvar al segundo niño”. Mientras tanto, el fiscal Tomasz Ozimek, encargado de la investigación, declaró que el hospital no detalla en su informe las fechas del fallecimiento del segundo feto ni especifica cuándo se tomó la decisión de practicar el segundo aborto.
En los próximos días se practicará una autopsia al cuerpo de la madre fallecida y se llamará a declarar a su viudo y a los médicos que la atendieron.
Con información de EFE.