Luego de más de tres décadas de la explosión nuclear en la planta de Chernóbil, que terminó con la vida de un gran número de personas en la antigua Unión Soviética (ahora Ucrania), la tragedia no se puede olvidar. A inicios de octubre, Adam Mark, investigador británico, recorrió Pripyat, el escenario de la catástrofe, para demostrar por qué aún sigue siendo inhabitable.
Entre muñecas incompletas, libros infantiles y cientos de máscaras de gas, se percibe la desolada y sombría atmósfera en Pripyat, zona considerada ‘de exclusión’ o inhabitable. El lugar abarca unos 30 kilómetros que rodean a la antigua planta de Chernobyl.
El 10 de octubre, el investigador urbanista Adam Mark, proveniente de Gales (Reino Unido), llegó a la zona para explorar y capturar imágenes del panorama. En compañía de su novia y un guía no oficial, Mark retrata en sus fotografías una guardería abandonada que aún sostiene cunas sucias agrupadas en filas, con pequeños colchones y las paredes descascaradas.
Actualmente, Pripyat es considerada como una "zona de exclusión" o inhabitable. Foto: EFE
Para el explorador británico, el lugar en observación “es muy peligroso” para visitar. “Los edificios son inestables y los suelos están muy deteriorados”, afirmó al diario británico Daily Mail.
De acuerdo con el medio europeo, se estima que Pripyat seguirá siendo una zona inhabitable por al menos 20.000 años siguientes hasta que el uranio logre degradarse gradualmente del lugar.
De acuerdo con el diario británico Daily Mail, durante las antiguas expediciones en Pripyat, se demostró que distintas especies animales, como los caballos salvajes y lobos, se cobijan en propiedades abandonadas o rodean el ambiente.
El 26 de abril de 1986, durante una prueba de seguridad a baja potencia ejecutada a la 1.23 a. m., el reactor 4 de la planta nuclear de Chernóbil se descontrolaba hasta ocasionar una explosión. El edificio ardió en llamas por 10 días, lo que liberó gases tóxicos que contaminaron repúblicas soviéticas como Rusia, Ucrania y Bielorrusia.
La tragedia de Chernobyl provocó que se evacuaran a alrededor de 50.000 habitantes cercanos a la planta. Tampoco se conoce con exactitud la cifra de víctimas. Esto se debe a que, tal y como denunciaron activistas e investigadores, las autoridades rusas escondieron información y los médicos estaban prohibidos de consignar detalles del estado de salud o la defunción de los pacientes a causa de la radiación.