Estados Unidos (EE. UU.) urgió el martes 19 de octubre a Corea del Norte a evitar nuevas “provocaciones” tras el lanzamiento de un misil balístico para submarinos y consideró que la situación muestra la necesidad de aumentar los esfuerzos diplomáticos. Un pronunciamiento que ya fue respondido por Pionyang, en un nuevo conflicto a causa del arsenal norcoreano.
“Hacemos un llamamiento a la República Popular Democrática de Corea (RPDC, nombre oficial de Corea del Norte) para que se abstenga de nuevas provocaciones y para que se implique en un diálogo sostenido y sustantivo”, dijo en una rueda de prensa la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.
“Estos lanzamientos —añadió— subrayan que hay una necesidad urgente para el diálogo y la diplomacia. Nosotros mantenemos nuestra oferta de reunirnos en cualquier lugar, en cualquier momento y sin condiciones previas”.
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Desde su llegada al poder en enero pasado, el presidente de EE. UU., Joe Biden, ha mostrado interés en retomar las conversaciones con Corea del Norte para reactivar el diálogo sobre desnuclearización, estancado tras las dos cumbres que se celebraron en 2018 y 2019 entre el entonces presidente Donald Trump (2017-2021) y el líder norcoreano, Kim Jong-un.
Pese a la insistencia de Biden, a finales de septiembre, el líder norcoreano dejó claro que no iba a aceptar la oferta de diálogo, porque cree que EE. UU. no ha modificado “su política hostil”.
El lanzamiento del misil por parte de Corea del Norte fue detectado el martes por el Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano.
Corea del Norte criticó este jueves 21 de octubre la respuesta de EE. UU. a la prueba de misiles e insistió en que este y otros test similares no van dirigidos contra ningún país y que son un ejercicio legítimo para su autodefensa.
Un portavoz de la Cancillería norcoreana publicó un comunicado a través de la agencia KCNA en el que aseguró que el lanzamiento de un misil balístico para submarino realizado el lunes “no supuso ninguna amenaza o daño para la seguridad de los países vecinos y la región”.
El portavoz, cuyo nombre no se especifica, criticó que Washington tildara el lanzamiento de “amenaza” y que esté realizando “acciones muy provocativas como la de convocar una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU”.
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“Como ya se ha dejado claro, la disuasión de la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial del país) no apunta a un Estado o fuerzas específicos, sino a prevenir la guerra en sí y defender los derechos soberanos. Y EE. UU. y Corea del Sur han sido descartados como nuestros archienemigos”, se afirma en el escrito.
Al compás de las últimas pruebas de armas de Corea del Norte (ha realizado cinco en cinco semanas desde mediados de septiembre), el régimen ha exhibido una nueva retórica en la que insiste en su derecho a la autodefensa y evita señalar como enemigos a Seúl y Washington, a los que acusa de usar un “doble rasero”.
Los tres países siguen técnicamente en guerra, puesto que el conflicto que los enfrentó abiertamente entre 1950 y 1953 se cerró con un alto al fuego en vez de un tratado de paz.
“Criticar a la RPDC por desarrollar y probar el mismo sistema de armas que posee o está desarrollando EE. UU. es una clara expresión de doble rasero y solo despierta nuestras reticencias sobre la ‘autenticidad’ de su afirmación de que no busca antagonizar a la RPDC”, añade el portavoz.
Con información de EFE