El martes 21 de septiembre, el cuestionado presidente venezolano, Nicolás Maduro, confirmó la reunión que sostuvo con su homólogo peruano, Pedro Castillo, lo que desató un nuevo frente abierto en la Presidencia, envuelto en múltiples conflictos, algunos vinculados con Venezuela.
De hecho, esta tarde el canciller Óscar Maúrtua se presentará ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso para brindar detalles sobre este encuentro desarrollado en México y, asimismo, ratificar la postura del Estado peruano con respecto a la República Bolivariana.
“La invitación es en razón de que usted se sirva a explicar respecto de las circunstancias por las que el presidente de la República del Perú, Pedro Castillo, ha sostenido en el extranjero una reunión reservada con el señor Nicolás Maduro”, se lee en el documento suscrito por el congresista Ernesto Bustamante.
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Efectivamente, hasta ese momento, desde el Ejecutivo no se habían explayado sobre este asunto. “Nuestro presidente tuvo una reunión con el presidente Nicolás Maduro para solucionar crisis migratoria”, se limitó a decir el primer ministro, Guido Bellido, el propio martes 21 de septiembre.
Y lo hizo a través de un tuit en el cual desmintió al vicecanciller Luis Enrique Chávez, quien había declarado que Perú no reconoce autoridades legítimas en Venezuela desde el 5 de enero de 2021; cuando venció el período de la Asamblea Nacional liderada por Juan Guaidó.
En opinión de Guillermo Tell Aveledo, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela, el líder chavista trata “de apuntalar la credibilidad de izquierda” del profesor cajamarquino.
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“Está poniendo en la cancha a Pedro Castillo, para que no sea meramente declarativo de izquierda”, afirmó el politólogo a este diario. “Tú quieres ciertas cosas, reconoce que yo existo”, añadió en alusión a la postura de Maduro.
El heredero de Hugo Chávez, en el poder desde 2013, “en los últimos meses se ha fortalecido por varios factores”, opinó Alonso Cárdenas, magíster en Política Comparada por la London School of Economics y experto en políticas públicas en la Escuela de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.
“Maduro se consolida y eso hace que busque tener presencia en algunos gobiernos latinoamericanos que él considera mucho más afines (...) esa ha sido la intención: básicamente señalar que él puede tener algún alcance en el Perú por las conexiones que tiene a través de Perú Libre”, comentó.
En ese sentido, Cárdenas se refirió al nexo entre el secretario general de Perú Libre, Vladimir Cerrón, y las bases chavistas. En múltiples ocasiones, el ex gobernador regional de Junín ha manifestado su afinidad con Caracas y La Habana.
Tell Aveledo puntualizó que “el chavismo tiene menos capacidad y menos músculo para intervenir”, empero “tiene en la región, la política exterior, su gran carta de legitimidad, su gran carta de potencia y lo está usando”.
De hecho, Maduro salió este mes por primera vez de Venezuela desde que en 2020 las autoridades estadounidenses ofrecieran una recompensa de 15 millones de dólares por su captura. En México, su gran vitrina fue la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en la que igualmente terminó censurado por varios dignatarios.
“Aquí se ponen de acuerdo la idea de Pedro Castillo de la amenaza de los migrantes venezolanos con la idea de Maduro de la necesidad de regresar a través del Plan Vuelta a la Patria”, indicó Tell Aveledo.
Maduro informó que acordaron una coordinación entre ambas naciones para llevar a cabo un “Plan Vuelta a la Patria masivo” con el cual regresen miles de sus connacionales que actualmente radican en Perú.
“Hablamos también con el presidente del Perú de un interés que tenemos de compras de algunos productos de la industria peruana, de la agricultura peruana; de reactivar el comercio. Necesitamos comprar al Perú un conjunto de productos para la industria venezolana”, añadió Maduro.
A falta de que Maúrtua se pronuncie ante el Congreso, el experto venezolano señaló que al revelar esta reunión en televisión nacional “comprometió” a Castillo. “Es una presión que le monta Maduro”, apuntó en medio de una crisis por el gas de Camisea.