El terror se instaló en Afganistán, el movimiento extremista Talibán tomó el control del país al llegar primero al Palacio Presidencial, lo que provocó la huida del país de su entonces presidente Ashraf Ghani y el posterior colapso de su Gobierno.
Mientras miles de civiles se aglomeraban el aeropuerto a fin de escapar del régimen Talibán aparecía Amrullah Saleh, el vicepresidente del Gobierno de Afganistán. Él, basado en su Constitución del 2004, se autoproclamó mandatario interino y asumió el liderazgo de la resistencia.
Amrillah Saleh nació el 15 de octubre de 1972 en Panshir, perteneciente a la etnia tayika. Al cumplir los 18 años, Afganistán se hallaba en medio de la guerra contra la Unión Soviética, por lo que tuvo que unirse a los muyahidines o llamados también ´señores de la guerra´.
Luego fue enviado a Pakistán para ser entrenado militarmente bajo las órdenes de Ahmad Shah Masud, conocido como el ´León de Panshir´. A finales de los años 90, formó parte de la Alianza del Norte, grupo militar que combatió a los talibanes.
Asimismo, estuvo al mando de la organización de ayuda proveniente de agencias de inteligencia extranjera y grupos humanitarios. En 1996, con la victoria del movimiento fundamentalista Talibán, Saleh y los muyahidines, se vieron en la obligación de esconderse.
Desde el 2004 hasta el 2010, Amrillah dirigió la Dirección de Seguridad Nacional y posteriormente, en el 2018, fue nombrado como ministro del Interior. Finalmente, en 2020 se convirtió en vicepresidente de Afganistán.
En 1996 le ocurrió una tragedia familiar que marcaría su odio hacia el grupo extremista Talibán.
“Me perseguían, ya que los había combatido durante años. Encontraron a mi hermana mayor y la golpearon y torturaron, tratando de obligarla a revelar mi ubicación. Ella no les dijo nada. Más tarde, regresaron a su vecindario para exigir que entregara a sus hijas para casarlas con sus combatientes. Pudo escapar con ellas, huyendo de la ciudad por completo. Mi hermana luchó con ese recuerdo hasta que murió en el 2016″, narró en un texto que escribió para la revista Time.
“Mi visión de los talibanes cambió para siempre debido a lo que sucedió en 1996. Y no he visto ni escuchado nada que me haga creer que realmente han cambiado sus costumbres”, sentenció.
El movimiento fundamentalista Talibán, surgido en Afganistán en la década de los 90, tomó bajo su control el Gobierno del país tras el retiro voluntario de los militares de Estados Unidos. Todo esto sucedió luego de 20 años de ser expulsados del poder por la misión estadounidense y la Alianza del Norte Afgana.
Ellos llegaron de forma abrupta al Palacio Presidencial y provocaron la huida del entonces presidente Ashraf Ghani. Así avanzaron rápidamente por decenas de provincias hasta la capital Kabul, donde derrotaron al Ejército afgano, el cual fue entrenado varios años por los estadounidenses para enfrentar un posible conflicto.