Un lamentable suceso. Fida Mohammad salió de su casa el segundo día de la llegada de los talibanes a Kabul. Era de mañana y sus familiares creyeron que se había ido al hospital privado de Paghman donde trabajaba, recoge la agencia EFE.
Según ha contado su padre, Payenda Mohammad, él y la familia intentaron comunicarse durante varias horas, aunque Fida —su primogénito recién graduado— no logró responderles.
“Era alrededor de la 1.30 de la tarde cuando sonó el teléfono”, recordó el padre en diálogo con Pajhwok Afghan News. “Un hombre me dijo que alguien se había caído del avión y que el número estaba en el bolsillo del hombre”.
Añadió que tomó la dirección y se fue a buscar el cuerpo de su hijo. Había sido una de las personas que se aferró al avión militar de Estados Unidos para huir del país tras el retorno del régimen talibán.
El lunes 16 de agosto, el aeropuerto de Kabul fue escenario de imágenes asombrosas que podrían pasar a la posteridad y simbolizar el fracaso que representa para EE. UU. el retorno al poder de los talibanes, tras 20 años de guerra.
Fida fue enterrado esa misma noche en el distrito al filo de las montañas y cercano de Kabul, de donde era originario. Según menciona su progenitor, estaba casado desde hacía casi un año: “Debido a que gastó mucho dinero en su boda y se endeudó, siempre se preocupaba por las deudas y buscaba formas de irse al extranjero”, dijo.
Hasta ahora, los medios locales reportan que por lo menos tres personas cayeron de la aeronave y que otras estaban colgando al momento de su despegue. Según la reportera Vijayta Lalwani, los restos de Fida y de otro afgano, identificado como Shafiullah Hotak, cayeron en la casa de Wali Salek, un residente de Khair Khana, vecindario que queda a 8 kilómetros del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai.
Ambos fueron identificados por certificados de nacimiento que se encontraron entre su vestimenta y posteriormente trasladados a una mezquita ubicada a 300 metros de la casa de Salek.
El padre de Fida Mohammad ha pedido a los medios que lleven su voz a la prensa internacional para lograr justicia.
Por su parte, la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha iniciado una investigación sobre las muertes de civiles relacionadas con el vuelo C-17 de este país que partió del aeropuerto de Kabul, incluidos algunos informes de personas caídas desde el avión cuando estaba en el aire y de restos humanos que fueron encontrados en el tren de aterrizaje de la nave.
De acuerdo a The Washigton Post, la pesquisa será realizada por la Oficina de Investigaciones Especiales (OSI, por sus siglas en inglés) de la Fuerza Aérea y se espera que incluya entrevistas y un examen de videos de ese vuelo que partió del aeropuerto de la capital afgana y que se hicieron virales en las redes sociales.
Las FF. AA. informaron que el avión aterrizó brevemente en la única pista del aeropuerto de Kabul disponible para entregar equipos y apoyar las evacuaciones que se estaban produciendo.
Antes de que la tripulación pudiera descargar los equipos, “la aeronave estaba rodeada por cientos de civiles afganos que habían traspasado el perímetro del aeropuerto”, agrega el comunicado de las Fuerzas Armadas y que citan medios locales estadounidenses. Ante el deterioro de la situación de seguridad, la tripulación del C-17 decidió salir del aeropuerto lo antes posible, aparentemente sin evacuar a nadie.
Los restos humanos fueron encontrados después de que el avión aterrizara en la base aérea de Al Udeid, en Catar. Tras la toma de Kabul por los talibanes, miles de afganos acudieron al aeropuerto de la capital para tratar de huir del país mientras se cancelaban todos los vuelos comerciales.
Los afganos lograron entrar en las pistas de aterrizaje y algunos de ellos grabaron imágenes en las que decenas de personas trataban de abordar el avión estadounidense mientras despegaba.
En esos videos, que fueron ampliamente difundidos en las redes sociales, se veía cómo al menos dos cuerpos caían del aparato cuando este ya estaba en el aire.
Con información de AFP y EFE.