El ministro de Salud de Chile, Enrique Paris, confirmó el último jueves 15 de abril que se alió con sus pares Carla Vizzotti (Argentina), Daniel Salinas (Uruguay) y Julio Borba (Paraguay) para conformar un grupo de trabajo que enfrente la pandemia del coronavirus en Sudamérica.
“Hemos formado un grupo de trabajo, con el cual vamos a tratar de ayudarnos en el manejo de la pandemia con estrategias”, indicó el secretario de Estado, citado por el diario La Tercera.
Paris abogó por la “cooperación” y el trabajo “en unidad” para contrarrestar el azote de la COVID-19, que en su país ha contagiado a al menos 1,1 millones de personas y matado a otras 25.000.
Este nuevo embate de la pandemia tiene al sistema hospitalario ocupado en más de un 95% respecto a las camas críticas, donde, a diferencia de lo que ocurrió en la primera ola, están ingresando ahora más menores de 39 años que mayores de 70.
Argentina, por otro lado, vivió una difícil semana sanitaria, tras superar durante cinco días seguidos el récord de nuevos contagios. El gobierno de Alberto Fernández amplió un toque de queda nocturno y prohibió actividades sociales.
Chile también ha colaborado previamente con Montevideo a través de la distribución de vacunas contra el coronavirus. El país oriental sumó cerca de 1.370 nuevos casos diarios por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, por lejos la tasa más alta de contagios del mundo.
Además, el titular de Salud de Paraguay dio positivo en las pruebas de coronavirus, en el mismo día en el que el país superó los 5.000 fallecidos por la pandemia.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha exhortado a los países de la región a aplicar una “estrategia integral” para frenar el nuevo avance del virus que afecta en particular a Sudamérica. También, advirtió que las vacunas por sí solas no bastan.
“Necesitamos detener la transmisión”, urgió Carissa Etienne, directora de esta oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).