El cambio de horario depende del lugar en donde te encuentres. Son más de 60 países los que cuentan con el cambio hora dos veces al año: en noviembre y marzo. Aquellos países que no tienen este cambio son los que están ubicados cerca del Ecuador.
Sin embargo, los países de los hemisferios norte y sur sí son afectados por este cambio de horario. En el caso de Estados Unidos, los cambios se generan en cuanto a la hora en cada parte del país, de acuerdo al tipo de horario que manejan (PT y ET).
Este 2021, el cambio de horario de verano tuvo lugar el domingo 14 de marzo a las 2.00 a. m., por lo que pasó entonces a ser las 3.00 a. m.
Este cambio de horario de verano en Estados Unidos tendrá vigencia durante los próximos cuatro meses, hasta que arranque el horario de invierno: el primer domingo de noviembre. Cuando eso ocurra, los ciudadanos deberán cambiar el Daylight Saving Times (DTS, por sus siglas en inglés) al retrasar sus relojes y darle paso al tradicional ahorro de energía.
Estas son las regiones de Estados Unidos que no deben cambiar el horario de verano:
El cambio de horario de invierno en Estados Unidos se registra desde el año 1918 con la finalidad de ahorrar energía. Según el New York Times, retrasar la hora en el país significaba ahorrar un total de 2 millones de dólares en gas y más de 1 millón de toneladas de carbón. Sin embargo, este ahorro, en la actualidad, es menor.
Por otro lado, el cambio de horario de verano en Estados Unidos cuenta con el mismo objetivo, pero se adelanta una hora, pues se espera aprovechar toda la luz posible.
En el cambio de horario de verano (que arrancó el 14 de marzo de 2021), las personas deberán adelantar una hora su reloj, por lo que dormirán una hora menos. En el cambio de horario de invierno, será lo contrario: retrasarán una hora su reloj. Esta última variación solo afecta a Estados Unidos continental y no a todos los países de Norteamérica.
De acuerdo con la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño, el cambio de horario incurre en importantes riesgos para la salud pública y la seguridad, pues a la larga produce un aumento de casos de infarto en las personas.
Esto se debe a que tras el cambio de hora por el horario de verano, se ha visto un aumento en el registro de personas en los hospitales por eventos cardiovasculares adversos. Las autoridades sanitarias en Estados Unidos, afirma la academia, detectaron un posible incremento del riesgo de morbilidad cardiovascular como de riesgo de infarto o miocardio a causa de la fibrilación auricular aguda, trastornos del estado de ánimo y desalineación circadiana.