Tras reportarse incidentes de coagulación sanguínea en personas en Europa, Alemania detuvo este lunes 15 de marzo la aplicación de la vacuna contra la COVID-19 de AstraZeneca y Oxford, y afirmó que es necesario examinar las dosis.
“Después de nuevos informes de trombosis cerebral en relación con la vacunación en Alemania y Europa, el PEI considera necesarias más investigaciones”, expresó Ministerio de Salud alemán.
De acuerdo con Infobae, el Gobierno alemán sostuvo que la Agencia Europea de Medicamentos debe observar los hallazgos y decidir si se proseguirá con la vacuna de AstraZeneca.
Desde el pasado jueves 11 de marzo, Noruega suspendió temporalmente la inoculación de esta vacuna, después de que Dinamarca lo hiciera por los efectos secundarios que presenta.
A esa decisión se sumaron Islandia, Irlanda, Bulgaria y Países Bajos, mientras que otras naciones, como Austria, Estonia, Letonia, Lituania y Luxemburgo, retiraron días antes un lote en concreto de la vacuna, luego de detectarse casos de trombosis.
No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que no existen “razones para no utilizar” la vacuna desarrollada por el laboratorio británico AstraZeneca y la universidad de Oxford, porque no hay un vínculo causal. Además, la EMA sugirió continuar con la administración de la vacuna, pues considera que “los beneficios de la vacuna siguen superando sus riesgos”.
Ante las suspensiones, la farmacéutica británica AstraZeneca anunció que no encontró pruebas de que su vacuna contra el SARS-CoV-2 provoque un incremento del riesgo de la aparición de coágulos de sangre.
“De hecho, el número informado de este tipo de eventos para la vacuna COVID-19 AstraZeneca no es mayor que el número que habría ocurrido de forma natural en la población no vacunada”, informó la compañía.