Las autoridades sanitarias chinas informaron la detección de restos de coronavirus “no infecciosos” en muestras ambientales recogidas en centros de vacunación contra la COVID-19.
En un comunicado emitido anoche, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del país asiático aseguró que, precisamente debido al estado inactivado del virus en las vacunas, no se podrían producir contagios por el contacto con el material encontrado.
Según los resultados preliminares de la investigación, la secuencia genética del virus hallado en las muestras ambientales coincide con la cepa del virus empleada en las vacunas, y la contaminación podría haberse producido durante el proceso de inoculación.
El CDC precisa que el positivo de las muestras se debe a la alta sensibilidad de las pruebas de PCR: “Si se toman los fragmentos de ácido nucleico antes de su degradación, los resultados tienen probabilidad de ser positivos”, se lee en parte del fragmento del comunicado.
En el documento se afirma que en algunas provincias se detectaron trazas del SARS-CoV-2 en la ropa o los objetos personales de los trabajadores de los centros de vacunación, pero las pruebas nasofaríngeas efectuadas a esos empleados dieron negativo.
El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades recomendó dejar de tomar muestras ambientales en los centros de vacunación debido a que la campaña de inoculación todavía tiene mucho tiempo por delante y que “el control rutinario” de esos entornos podría “interferir con el control y la alerta temprana” de posibles rebrotes.
En caso de que se tomen muestras y estas resulten positivas, el paso a seguir será determinar si la cepa detectada coincide con la de las vacunas.