Las autoridades de la provincia de Hebei, en el noreste de China, decretaron este martes 12 de enero el confinamiento de los 4,9 millones de residentes de la ciudad de Langfang, para evitar que el coronavirus continúe propagándose en la región que es vecina de Pekín.
Además de Langfang, están también en cuarentena la capital provincial, Shijiazhuang, y Xingtai, otra ciudad de Hebei, informa el periódico Global Times.
Según la agencia de noticias estatal Xinhua, la provincia detectó, entre el 2 y el 10 de enero, 326 casos locales de la COVID-19 y 234 contagios asintomáticos.
El vicegobernador provincial, Xi Jianpei, indicó este martes, en rueda de prensa, que 304 de los casos confirmados se registraron en Shijiazhuang, 21 en Xingtai y uno en Langfang, las tres ciudades ahora confinadas.
Así, los residentes y los vehículos no podrán salir de estas tres ciudades a no ser que sea estrictamente necesario, agregaron las autoridades. Sin embargo, no precisaron durante cuánto tiempo deberán permanecer en cuarentena los residentes de esas localidades.
El cierre de las ciudades se produce a un mes exacto del inicio del Año Nuevo lunar, las festividades más importantes en el país asiático y que van precedidas de desplazamientos de millones de chinos, que regresan de sus lugares de trabajo a los de origen para festejar la fecha conmemorativa en familia.
En las últimas 24 horas, la Comisión Nacional de Sanidad de China informó de 55 nuevos casos, de los cuales 42 se produjeron por contagio local. De ese total, 40 se detectaron en la provincia de Hebei.