Lo que debía ser una expedición rutinaria terminó en un hallazgo particular luego de que un grupo de agentes de la unidad Aero Bureau, del departamento de Seguridad Pública de Utah, junto a la División de Recursos de Vida Silvestre, divisara un monolito metálico, de unos tres metros de altura, en una zona recóndita del desierto de Utah, Estados Unidos.
Los funcionarios, que se encontraban realizando un censo de muflones desde un helicóptero, decidieron bajar para constatar de cerca qué era exactamente aquella estructura, similar al monolito que aparece en las primeras escenas de la película “2001: Odisea del espacio”, dirigida por Stanley Kubrick.
Los agentes que encontraron el monolito no han revelado su ubicación para evitar que los aventureros se adentren en esa zona. Foto: Utah Department of Public Safety
El objeto estaba plantado en la tierra y su superficie plateada contrastaba con el rojo de las rocas de esa zona. En declaraciones para el medio de noticias local KSLTV, el piloto del helicóptero Bret Hutchings dijo: “lo más extraño que me he encontrado en todos mis años de vuelo”.
“Uno de los biólogos lo vio y volamos directamente hacia allá”, relató el aviador, quien indicó que el monolito “parecía hecho por el hombre” y daba la impresión de haber sido plantado en el suelo, “no caído del cielo”.
“Supongo que es [la obra de] un artista de la nueva ola o algo así, o quizá un gran fan de 2001: Una odisea del espacio”, agregó. Precisamente, una vez se hizo pública este hallazgo, se le relacionó con la obra del artista minimalista John McCracken, fallecido en 2011. El diario británico The Guardian intentó contactarse con su galerista para conocer si existe relación alguna, pero aún no ha recibido respuesta.
Las personas que formaron parte de la tripulación no han precisado el lugar exacto donde se encontró el monolito para evitar que los aventureros y seguidores de la obra de Kubrick ingresen a esa zona, ya que se halla en una ubicación remota y correrían el riesgo de encontrarse atrapados.
Sin embargo, las fotos que tomaron de la estructura metálica de entre tres y tres metros y medio de altura ya dieron la vuelta al mundo, en un año en el que las sorpresas y hechos atípicos son cosas de casi todos los días.